Un clásico argentino que se disfruta tanto como postre o como torta. Suele ser la elegida de los cumpleaños infantiles por su practicidad y sabor amigable.
Cada bocado de esta típica torta alemana combina la esponjosidad del bizcochuelo con la dulzura ácida de las cerezas y la suavidad untuosa de la crema. Una bomba de sabor que nunca falla.
Un postre que destaca por su combinación perfecta de sabores y texturas. Su masa crocante, el relleno cremoso con un toque ácido y el merengue aireado y dulce hacen que sea una opción irresistible.
Este bizcochuelo se destaca por ser súper esponjoso y liviano, perfecto como base de una torta de cumpleaños, para rellenarlo con dulce de leche, cremas o frutas, o para disfrutarlo solo con un toque de azúcar impalpable.
Este tradicional, aunque un poco olvidado, postre argentino desaparecido de los restaurantes, está viviendo un revival en las casas, donde cada vez se prepara más.