Aunque son exquisitas a la parrilla, las mollejas quedan muy bien salteadas con una reducción de vino blanco o limón. La clave es dorarlas a fuego fuerte para que la superficie quede crocante y caramelizada.
Cremosas por dentro y crocantes por fuera, las achuras más apreciadas de la gastronomía argentina brillan tanto a la parrilla como a la plancha. Puro sabor para acompañar con solo unas gotas de limón.