Cuando las hojas empiezan a caer y el aire se vuelve más fresco, muchos piensan que es momento de guardar las herramientas de jardinería. Pero en realidad, el otoño es una excelente temporada para sembrar ciertas frutas que aprovechan el clima templado y húmedo para echar raíces fuertes y saludables.
Ya sea que tengas un patio grande o unas macetas en el balcón, cultivar tus propias frutas puede ayudarte a comer más sano, ahorrar plata y conectar con la naturaleza. ¿Qué mejor que tenerlas a mano, recién cosechadas?
Frutas que podés sembrar en otoño y disfrutar después
Frutos rojos
Moras, arándanos, frambuesas, grosellas y frutillas silvestres son ideales para plantar en otoño. Esta temporada les permite adaptarse bien al suelo y fortalecer sus raíces antes del invierno. Con un poco de paciencia, vas a poder cosechar pequeñas joyas llenas de sabor y antioxidantes.
Uvas
Las uvas, además de ser riquísimas, son bastante nobles para cultivar. Si les das un lugar con buen sol y un soporte para trepar, pueden darte frutos durante varios años con un mantenimiento básico. Plantarlas en otoño favorece el desarrollo del sistema radicular.
Duraznos
Sí, podés plantar un duraznero en casa. A partir del carozo del fruto, y con algo de paciencia, podés germinarlo y obtener un pequeño árbol frutal. El otoño es ideal para plantarlo porque no hay tanto calor y el suelo conserva más humedad.

Manzanas
Las manzanas necesitan un poco más de tiempo, ya que suelen dar fruto en ramas de dos o más años. Sin embargo, comenzar el cultivo en otoño es clave para establecer la planta y prepararla para su desarrollo futuro. Algunas variedades incluso producen en otoño si ya están maduras.
Naranjas
Aunque más exigente, el naranjo también puede cultivarse en casa si se siguen ciertos cuidados. El otoño es un buen momento para sembrarlo, sobre todo en zonas con climas templados. Si tenés un espacio soleado y cuidás bien el riego y el drenaje, puede darte frutos dulces y jugosos.

Consejos básicos para cuidar las frutas sembradas en otoño
- Elegí una tierra suelta y bien drenada para evitar que las raíces se pudran.
- Mantené la humedad del suelo, sin encharcar.
- Protegé las plantas jóvenes de las heladas con cobertores o acolchados.
- Ubicalas en lugares donde reciban al menos 4 horas de sol al día.
- Usá compost o abono orgánico para enriquecer el suelo.
- Tené paciencia: muchas de estas frutas requieren tiempo, pero la espera vale la pena.
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