La Fundación Ainelen Amor Familiar necesita ayuda urgente para continuar con su tarea de contención y abrigo a niños, niñas y adolescentes de entre 0 y 12 años que atraviesan situaciones de vulnerabilidad. Desde hace seis años, la organización trabaja en Lomas de Zamora brindando un entorno familiar a quienes deben ser apartados de su núcleo primario por medidas de protección legal. Pero la situación económica actual puso en jaque su funcionamiento y piden colaboración para poder sostener el trabajo diario.
“Estamos atravesando una situación económica crítica. Recibimos un subsidio del Estado, pero ya no alcanza para cubrir lo básico: leche, pañales, alimentos, visitas médicas, ropa, mobiliario, alquiler de la sede, sueldos. La realidad del país nos golpea fuerte, pero no bajamos los brazos”, puntualiza Adriana Escobar, directora ejecutiva de la Fundación.
Desde su creación, en junio de 2019, la Fundación acompañó a 116 niños. Actualmente, da abrigo a 15, aunque en ocasiones han llegado a contener hasta 25 menores. Lo hacen a través de un sistema de acogimiento familiar que reúne a hogares dispuestos a recibir de manera transitoria a chicos en situación de riesgo.
“Nosotros somos una fundación, una organización no gubernamental. Tenemos convenio firmado con el organismo provincial de niñez de la Provincia de Buenos Aires, y también con el Consejo de los derechos de Niños, Niñas y Adolescentes de la Ciudad de Buenos Aires. Recibimos un subsidio mensual por parte del Estado con quien estamos conveniados, subsidio que debería alcanzar para todo el trabajo que desarrollamos en la fundación, ya sea alquiler de la sede, el pago de honorarios a los profesionales y la mantención de los niños y niñas que están alojados”, explica Adriana.
Luego, Escobar agrega: "Si bien cada niño y cada niña vive con una familia de acogimiento, la fundación absorbe muchos de esos gastos, o por lo menos los más significativos, como remedios, leche de fórmula, pañales, cuna, cochecito, en el caso de los bebés, también ropa, todo lo que necesiten".

El trabajo de las familias de acogimiento es voluntario y no remunerado que funciona a través de familias de acogimiento. Cada familia es acompañada y capacitada para poder garantizar los derechos de los niños. “Durante todo este tiempo nos dedicamos a abrazarlos en el sentido más amplio de la palabra, cuidarlos, a llenarlos de amor, hacer que se garanticen todos sus derechos, llevarlos a la escuela, derechos a la salud, a la alimentación, a la recreación. Y bueno, cuando llega el momento de irse, la familia de acogimiento también acompaña esta etapa con un equipo de profesionales para trabajar el desapego”.

En paralelo, la Fundación sostiene talleres mensuales dirigidos a familias biológicas que han podido restituir a sus hijos, y a familias adoptivas o en proceso de adopción. Además, capacita a las familias de acogida en R, salud y nutrición, y realiza todas las vinculaciones legales desde su sede en Lomas de Zamora, cuyo alquiler hoy se encuentra en riesgo. “Los últimos meses tuve que apelar a préstamos personales para poder pagar, por ejemplo, el alquiler de la sede donde trabajamos”, cuenta la directora.

La necesidad de ayuda es concreta. La Fundación solicita colaboración económica para cubrir los gastos básicos de funcionamiento. También reciben donaciones de insumos como pañales, ropa infantil, medicamentos y alimentos no perecederos. Otra forma de ayudar es sumarse como familia de acogimiento o difundir la convocatoria para que más personas puedan involucrarse.

Quienes deseen colaborar pueden comunicarse a través de las redes sociales de la Fundación Ainelen Amor Familiar, tanto en Instagram como en Facebook, donde se difunden campañas, actividades y formas de o directo.
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