La histórica confitería de Munro que volvió de las cenizas celebra su aniversario con una torta gigante

Al final de la calle de Antártida Argentina, en Vicente López, Murro, está El Oriente Confitería Europea, fundada en 1960, cuenta con 65 años de historia. Este sábado 24 de mayo, los dueños que rescataron del olvido al emblemático negocio cumplen un año de la reapertura. Y por eso decidieron organizar una jornada de sorteos y movidas para los vecinos.

Ícono de productos de alta calidad y servicios abundantes. “Cuando no estaba en la gestión y consumía en el local, me acuerdo que El Oriente era reconocido por la abundancia, por la calidad, porque era totalmente fresca. El Oriente siempre fue algo que nunca fallaba”, cuenta Mariana González, al frente de la confitería junto con su hermano Sebastián.

La panadería casi se extingue cuando los descendientes de su fundador decidieron venderla. Desde que los hermanos González adoptaron el desafío de ponerse al frente, el local resurgió.

Para este sábado, planean preparar una nueva versión de la joya de la casa, la torta Oriente. Este postre medirá 1 metro por 1 metro, según los González. “Vamos a invitar a toda la gente que quiera venir a que se lleve una porción. La torta Oriente, que es de la casa, tiene de todo, desde chocolate, dulce de leche, nutella baño de Ferrero Roger, es espectacular. Entonces, como amerita, cumplimos un año, ¿qué mejor torta que la torta de la casa?”, describe Sebastián, que hace sentir a los comensales un ambiente de calidez y solidaridad desde que entran al negocio.

Cuando el local cerró, después de años de haberse convertido en una sombra del antiguo fulgor, todos sus empleados históricos se quedaron sin trabajo. Cuando los González se encargaron de volver a poner a la confitería en marcha, apelaron a sus trabajadores “de toda la vida”.

“Cuando reabrimos fue muy emocionante para todos los trabajadores. Para algunos su único trabajo fue este, esta era su casa. Y de repente volver fue muy emotivo, porque aparte nosotros no somos una empresa, nosotros venimos a trabajar y algunas semanas nos va bien y otras no. Al principio era remontar y remar como locos. Yo siempre digo que es más fácil abrir un negocio de cero que remontar uno fundido”, expresa Sebastián.

Este sábado no sólo celebrarán el aniversario de la reapertura, sino la recuperación de un símbolo barrial que parecía perdido. El Oriente volvió a encender sus hornos, pero también a ganarse la confianza de vecinos, empleados y generaciones enteras que lo sentían como propio. Con una torta gigante, la misma que lo representa desde hace décadas, los González invitaron a celebrar el esfuerzo colectivo, la memoria del buen hacer y el deseo firme de que lo bueno siempre puede volver.