Enigmas de la humanidad: cuáles son los 5 destinos más fascinantes y misteriosos del mundo

¿Para qué se crearon? ¿Quiénes fueron los responsables? ¿Cómo hicieron en aquellos tiempos? Los grandes enigmas de la humanidad tienen en común los mismos interrogantes, la desmesura de las proporciones, la perdurabilidad a pesar del paso de los siglos...

Maravillas arquitectónicas, monumentos colosales y patrimonios a preservar, estos misterios son, al mismo tiempo, grandes destinos turísticos que marcan un antes y un después en la vida de los viajeros.

A continuación, cinco imperdibles para tener en cuenta en un próximo viaje.

Líneas de Nazca, Perú

¿Cómo se hicieron las Líneas de Nazca? ¿Quiénes fueron sus creadores? Estas preguntas sin respuestas convierten a estos geoglifos en uno de los mayores misterios de la humanidad y en un atractivo turístico imprescindible en Perú.

Desde la década de 1930, el antropólogo Paul Kosok propuso la teoría de que aquellas figuras representaban el calendario astronómico más grande del mundo, una idea que compartió Maria Reiche, quien dedicó gran parte de su vida al estudio y conservación de los enigmas de Nazca.

Otros investigadores, como Julio C. Tello, las consideraron caminos sagrados, mientras que John Rowe sugirió que eran centros de adoración, y Alberto Rossel planteó que podrían haber sido representaciones de danzas rituales. En cambio, la hipótesis de Erich Von Däniken sugería que su origen estaba vinculado a seres extraterrestres.

Declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, las Líneas de Nazca se aprecian en su totalidad desde el aire. Y si bien se cree que fueron diseñadas entre los años 500 a. C. y 500 d. C., se conservaron gracias a la geografía del terreno, la ausencia casi total de lluvias y los vientos que impiden la acumulación de arena.

Se han identificado cerca de 800 diseños, entre los que destacan 70 figuras de animales, algunas de dimensiones colosales, como el Cóndor de 136 metros o el Colibrí de 96 metros. Las más famosas suman 15, entre las que figuran también la Araña, el Mono, el Pelícano y el Astronauta.

El descubrimiento oficial de las líneas ocurrió en 1926, cuando los científicos Julio César Tello, Toribio Mejía Xespe y Alfred Kroeber identificaron los trazos en el desierto de Ica. En 1940, el sobrevuelo de Kosok reveló su verdadera magnitud y, desde entonces, han sido objeto de innumerables estudios.

Llegar a Nazca desde Lima es sencillo: un trayecto en bus hasta Ica y luego un traslado a la zona. En la actualidad, se organizan sobrevuelos en avionetas para los viajeros que llegan de todas partes del mundo, fascinados por su misterio.

Pirámides de Guiza, Egipto

De los numerosos legados que los egipcios dejaron en la Antigüedad, el más emblemático es el de las Pirámides.

Construidas hace casi 5 mil años, investigadores de diversas disciplinas han intentado descifrar desde entonces cómo transportaron los bloques de piedra hasta el lugar y cuántos hombres participaron en su edificación.

En las cercanías de El Cairo, en la llanura de Guiza, las criptas reales más reconocidas son las pirámides de Keops, Kefrén y Micerino levantadas allí por orden de esos faraones.

Las dimensiones gigantescas de las pirámides y la tecnología limitada de la época dieron pie a todo tipo de teorías conspirativas que sugerían hasta la intervención de extraterrestres.

Sin embargo, otros hallazgos y estudios arqueológicos más recientes hablan de sistemas de canales, rampas y palancas.

Más allá de todas las explicaciones, es un destino turístico indiscutido y es la única de las Siete Maravillas del mundo antiguo que aún permanece en pie.

Isla de Pascua, Chile

Rapa Nui, también conocida como Isla de Pascua, es uno de los territorios insulares más remotos, en pleno océano Pacífico y a 3.600 km de Chile continental.

Su geografía es inhóspita, pero su historia encierra uno de los grandes enigmas del mundo: los moais, monumentales estatuas antropomorfas con significado incierto y que miden entre 2 y 10 metros (aunque El Gigante mide 21,60 metros y está acostado, sin terminar).

La isla pertenece a Chile, tiene una superficie de 163,7 km² y junto a sus más de 7.000 habitantes, conserva cerca de 900 moai que atraen a miles de turistas cada año tanto para recorrer La Cantera como para visitar ahu Tongariki, el lugar más fotografiado donde están los famosos 15 moai alineados de espaldas al mar.

Tras sufrir conflictos internos y un tsunami en 1960, fue restaurado por un equipo multidisciplinario y declarado Patrimonio de la Humanidad en 1995.

Hanga Roa es la única ciudad de la isla, ubicada a orillas del mar. Allí la cotidianidad está marcada por la inmensidad océanica, la música y un territorio agreste en algunos sectores y exuberante en otros.

En tiempos remotos, diez clanes se disputaban el poder y algunos enfrentamientos sangrientos llevaron al derribo de moai, conscientes del valor sagrado que poseían.

Los moai eran erigidos al fallecer un líder: se creía que su presencia garantizaba protección y fertilidad. Por eso, la mayoría le da la espalda al océano, mirando hacia su gente, con ojos de coral colocados al final del tallado. De los casi 900 moai, algunos permanecen derribados y otros fueron reconstruidos.

istrativamente, Rapa Nui pertenece a la región de Valparaíso y conforma un territorio especial dentro de Chile.

Según el Museo Antropológico de Isla de Pascua, su historia se divide en tres etapas: el período temprano (400-1200), con los primeros ahu; la fase ahu moai (1200-1680), con la proliferación de moai y conflictos entre linajes; y la fase huri moai (1680 en adelante), marcada por el colapso social y la llegada de navegantes europeos.

Investigaciones arqueológicas sugieren un origen polinesio, posiblemente en las islas Marquesas o en Rapa Iti.

Chichén Itzá, México

Durante el atardecer del 21 de marzo y del 22 de septiembre (los días del inicio de los equinoccios de primavera y otoño en el hemisferio Norte, respectivamente), se observa un espectáculo único en la escalera norte de la Pirámide de Kukulkán, en Chichén Itzá, México.

Se trata de una proyección solar, que consiste en siete triángulos de luz invertidos, como resultado de la sombra que proyectan las nueve plataformas del edificio al ponerse el sol, creando la apariencia de una serpiente que baja por la escalera. Termina en la cabeza situada en la parte baja de la pirámide, hasta completar la emblemática serpiente emplumada en un proceso que dura unos 45 minutos.

Miles de personas van a presenciar el fenómeno arqueo-astronómico más famoso de la Península de Yucatán, a 180 km de Playa del Carmen.

En la pirámide maya también se destaca el momento del equinoccio lunar, que ocurre en la madrugada de luna llena, cuando se repite el juego visual de los triángulos de sombra en la escalera de la pirámide El Castillo que simula el descenso de la serpiente emplumada.

A su vez, durante el amanecer de los días 20, 21 y 22 de junio tiene lugar el solsticio de verano, provocando que la luz ilumine las caras norte y este de la pirámide, mientras que las caras sur y oeste permanecen en la sombra. En invierno ocurre lo contrario y en el horario del ocaso del 20 al 22 de diciembre.

Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1988 y reconocida como una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno en 2007, la legendaria ciudad maya Chichén Itzá llegó a abarcar 25 km2, con un centro religioso, cultural y istrativo que de 6 km2. En los alrededores vivía la élite en palacios decorados con colores brillantes y, más alejados y en verdes campos, vivían entre 50 mil y 100 mil personas en palapas de techo de palma.

Los itzáes se establecieron en Chichén Itzá en el siglo IX d.C. pero hacia fines del siglo X, la ciudad fue invadida por los toltecas (ellos trajeron elementos culturales, como el dios-serpiente Kukulkán), y en 1250 d.C. la ciudad fue abandonada por razones no del todo determinadas.

El Castillo de Kukulkán o “La serpiente emplumada” mide 60 metros por lado en la base y, en esencia, es un calendario monumental que refleja los avanzados conocimientos matemáticos y astronómicos de los mayas. Cada una de las cuatro fachadas tiene una escalinata de 91 escalones, sumando un total de 364. Pero al agregar la plataforma superior, el conjunto alcanza los 365 días del año solar.

Exploraciones arqueológicas realizadas en 1930 confirmaron la existencia de un edificio piramidal interno con una escalera en su cara septentrional. Como la pirámide exterior, la interior tiene nueve cuerpos decrecientes y guarda una estatua de Chac Mool impresionante.

Además del Castillo, Chichén Itzá alberga otros sitios emblemáticos como el Cenote Sagrado, un pozo natural de 60 metros de diámetro que funcionaba como el corazón de las actividades religiosas y excavaciones en su lecho han revelado supuestas ofrendas ceremoniales que incluyen objetos de oro, jade, cobre, telas y cestería.

También cuenta con el gran Juego de Pelota, el Patio de las Mil Columnas, el Templo de los Guerreros, el Osario y el Caracol, que era un observatorio astronómico.

Stonehenge, Inglaterra

El conjunto megalítico más famoso ha sido siempre un misterio: ¿Quiénes lo construyeron? Y ¿cuál era su propósito?

A lo largo de los siglos se han barajado diversas teorías, desde atribuirlo a los romanos, a los druidas y hasta al legendario mago Merlín.

Las historias nunca cesaron de circular por el condado de Wiltshire, en Inglaterra, unos 13 kilómetros al norte de Salisbury, donde se encuentra el icónico “círculo de piedras”.

Según los estudios arqueológicos, Stonehenge data del 3100 a.C., la construcción se realizó en tres fases, y se cree que los monolitos se levantaron en la última de ellas.

La imagen que se observa hoy no es completamente original, ya que en 1964 algunas estructuras fueron reubicadas. De los 25 soportes que existieron, solo 7 se mantienen intactos.

Aunque el uso exacto de Stonehenge ha sido objeto de distintas hipótesis, la mayoría de los científicos coinciden en que fue creado para celebrar rituales y marcar los movimientos del sol.

Esto se debe a que las comunidades agrícolas de la zona consideraban esenciales las estaciones del año, por lo que Stonehenge era clave en sus celebraciones: en el solsticio de verano, el sol atravesaba justo su eje.