El rumor del mar acariciando la playa, el aroma a selva tropical después de la lluvia y la energía de un destino que promete de todo.
En el noreste de República Dominicana, la península de Samaná se erige como un tesoro natural, que cautiva a aquellos que llegan a este país del Caribe: la calidez de su gente, el irresistible sabor del coco y los mariscos frescos, la alegría del merengue y la bachata y una propuesta de mayor conexión con la naturaleza.
Su paisaje combina montañas, valles y ríos cristalinos que desembocan en el Atlántico, al tiempo que ofrece espectaculares playas de arena blanca.

Un encuentro con las ballenas jorobadas
Uno de los espectáculos más atractivos que ofrece Samaná tiene lugar entre enero y marzo, en la bahía.
Durante estos meses, las ballenas jorobadas eligen estas aguas protegidas para aparearse y dar a luz, similar al espectáculo que vemos todos los años en Península Valdés (Chubut).

Observar a estos gigantes marinos desde una embarcación es una experiencia inolvidable.
Aventura en cada rincón
La península de Samaná invita a explorar en clave de aventura: caminatas a través de senderos rodeados de verde, paseos a caballo que llevan a la imponente Cascada El Limón -una caída de agua de 40 metros en plena selva-, excursiones en catamarán y snorkel en las aguas cristalinas de Playa Frontón y Playa Madama, entre otras opciones.
En Las Terrenas, la aventura se combina con un toque cosmopolita. Aquí, además de practicar bodyboard y kitesurf, se puede disfrutar de un paseo por sus boutiques, saborear la gastronomía local en sus cafés ses y bistrós frente al mar.
Naturaleza virgen e historia ancestral
Para los amantes de la biodiversidad, el Parque Nacional Los Haitises, accesible desde Samaná, es una parada obligatoria. Este parque ofrece una inmersión profunda en la riqueza natural y en la historia precolombina de la región.
Tiene un bosque de manglares y muchas cuevas que se comunican entre sí, además de gran variedad de flora y fauna. Es más, aquí se filmaron varias escenas de la película Jurassic Park.

Y para quienes buscan la tranquilidad absoluta, Samaná esconde joyas de playas remotas como Playa Morón, Piedra Bonita o la famosa Cayo Levantado, todas accesibles en bote y rodeadas de naturaleza.
De lo rústico al lujo: alojamiento para todos los gustos
La propuesta de alojamiento en Samaná es tan variada como sus paisajes. Desde cabañas ecológicas en Las Galeras, casas en los árboles en El Valle, o la comodidad y el servicio de los resorts all inclusive, un tipo de establecimiento que caracteriza la oferta de Dominicana.
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