window.addEventListener('keydown', function(e) { if(e.key === 'Escape'){ e.preventDefault() } });
Noticias hoy
    En vivo

      Roberto Pettinato: “CQC es el programa que siempre hice... sin plata”

      Mañana (a las 23.45 por El Trece) se calzará el traje para conducir un clásico de la TV que parecía estar esperándolo. Dice que ya los políticos no le interesan al ciclo, pero que se cuiden. Cuenta que harán humor y también tendrán propuestas. Y habla de Pergolini, Lanata, Tinelli y el espíritu de Sumo.

      Roberto Pettinato: “CQC es el programa que siempre hice... sin plata”CLAIMA20130512_0041 GERARDO DELL’ORO Hombre de negro  Petti reivindica el formato de “CQC”./ GERARDO DELL’ORO
      Redacción Clarín

      “No se preocupen los políticos por este programa, porque ustedes ya no nos interesan, ahora vamos a por sus hijos”. Con esa advertencia, Roberto Pettinato planea sacudir desde mañana la modorra de unos cuantos. Suena duro, indomable, y el que lo conoce poco puede creer que se siente más allá del bien y del mal. Sin embargo, es sensible y apasionado como todo artista. Atraparlo en un par de adjetivos es imposible: los excede. Malabarista de las palabras y capocannoniere de la ironía, Pettinato fue el pionero de la estética de la incorrección política en los medios masivos. El hombre que contagió a todos con su estilo en los últimos 20 años, ahora va a calzarse la ropa que mejor le queda. Después de toda una historia de coqueteos furtivos, la TV ha logrado que dos potencias se saluden y dieran el sí: desde mañana Pettinato y CQC van a frotar todas las noches (a las 23.45, por El Trece) la lámpara mágica del humor y la irreverencia.

      Siempre me dio la impresión de que “CQC” era para vos.

      A mí también (risas).

      Pero lo pensé desde el inicio del programa, no recién después de la salida de Mario Pergolini.

      Es que somos muy parecidos. Si bien yo soy músico y rockero, que Mario no, hay como un estilo en común. A mí me sale sólo. Cuando fui por primera vez a Nueva York y vi televisión sentí: “Estos tipos soy yo”. Sobre todo cuando vi a Conen O’Brian, aunque todo el mundo siga diciendo que me parezco a David Letterman. Hay una secuencia, hay mil sintonías artísticas que me hacen decir que más vale mil Pergolinis en mano que 300 papelitos de colores con bols con locas adentro.

      Ahora, ¿cómo se siente esa coherencia desde adentro de “CQC”?

      Es lo mismo que yo hacía, pero con una producción descomunal.

      CQC es el programa que hice toda la vida... sin plata.

      Que parezca un accidente (iba por TN) es la misma intención conceptual, pero hecho con cuatro amigos y dos camaritas que me compré yo.

      Tinelli y vos son los mejores conductores de la TV argentina, pero con una gran diferencia. Marcelo encontró muy rápido su formato perfecto, y vos nunca. ¿Será este?

      Esa frase me la dijo siempre Adrián Suar (lo imita): “Vos estás bárbaro, Petti, el tema es encontrarte el traje”. Es verdad. Y yo me busqué un traje que no funciona en la Argentina. Cuando quería mi late night show lo hacía a propósito, de condenado que soy. Muchas cosas las hago de contrera. Empecé con esto en ATC, con Rebelde sin pausa. Y nunca terminó de funcionar.

      Ya estabas en un recorrido, te estabas construyendo, modelando.

      Claro. Y mi personalidad late night la pasé a Indomables, después a Duro de domar.

      Corregime si me equivoco. El rol del conductor que se planta ante la cámara y juega gags y pasos de comedia sobre la actualidad con columnistas a su alrededor no existía antes de “Rebelde sin pausa”.

      Es así. Ahora Rial se para frente a cámara y hace un monólogo de las noticias. Cuando trabajás en la industria de la televisión, en “la máquina”, sentís que podés hacer lo que querés, innovar, y eso debe poder ser tomado por otro. Lo peor que te puede pasar es que nadie te copie. Porque el gran maestro no se ve por el maestro, se evalúa por la calidad de sus discípulos. Los que se han “pettinatizado” sin llegar a ponerse mi mameluco naranja han tomado cosas que le aporté a “la máquina”. Y lo que importa es “la máquina”, que traga y vuelve a escupir, y te dice “ok, dame tu corazón y tu mente, y vas a poder seguir viviendo acá”.

      Tu carrera puede ser vista como un gran episodio contracultural en un medio masivo.

      Siempre voy a ser alguien contracultural. Mi espíritu Sumo sigue vivo, sigo siendo el mismo tipo. Por eso me encanta la unión con CQC, porque es el único programa que duró 18 años sin ser Sábados de la bondad ni Feliz domingo.

      CQC es contraculturaloide, rebelde-juvenil, chicos que van en camisa a su pequeño trabajo triste en el microcentro y después van al after hour.

      CQC se deposita en ese ruido de la superficie de la ciudad que no es Tinelli. Juro por Dios que no lo digo mal. El verdadero sonido de la ciudad no es ni uno ni otro, es muy variado y tiene millones de voces. Hay tipos que me preguntan: “¿Podemos vivir sin Tinelli">