La sintonía entre el ministro de Salud argentino, Mario Lugones, y su par estadounidense, Robert Kennedy Jr., se afina. El último martes, el funcionario de Donald Trump anunció que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de ese país ya no van a recomendar la vacuna contra el Covid para los chicos sanos y las embarazadas. Según pudo saber Clarín de fuentes oficiales, en Argentina “está en estudio” una medida similar.
Las fuentes consultadas señalaron que esa eventual decisión prevé un debate en el que deberá intervenir la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn), organismo que sopesa la eficacia y seguridad de las vacunas y recomienda al Poder Ejecutivo la implementación de políticas sanitarias al respecto. Si bien su postura no es vinculante, el respaldo de ese comité de expertos es clave para el consenso en una decisión relevante.
Cabe recordar que la Organización Mundial de la Salud (que Donald Trump y Javier Milei decidieron abandonar) ya había cambiado sus recomendaciones sobre la vacunación contra el Covid para los chicos sanos. Fue en septiembre de 2023. Desde ese momento, los chicos y adolescentes sanos figuran como población de bajo riesgo. ¿Tienen que ser vacunados? Según la recomendación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), deberían recibir una dosis (sin refuerzos).
Kennedy hizo el anunció para su país cuando todavía estaba de visita esta semana en Argentina. Tras la primera reunión que mantuvo con Lugones, el Ministerio de Salud emitió un comunicado en el que uno de los puntos, precisamente, remitía a la vacuna del Covid. Y cuestionaba la evidencia de su eficacia al tiempo que exigía que toda vacuna aprobada en el país contara sin excepción con el ensayo clínico pertinente que incluyera un grupo de control al que se le istrara placebo.
La vacuna del Covid para la población infantil estuvo envuelta en polémicas desde los tiempos más candentes de la pandemia. El primer paso en falso, que empezó a esmerilar la confianza en ese foco de inmunización, fue la aprobación por parte de la ANMAT, para la población infantil, de la vacuna de origen chino Sinopharm que por entonces (octubre de 2021) era la que estaba disponible en el país.

El problema fue, en aquel momento, que los resultados de eficacia para esa vacuna en menores no estaban publicados, algo que era reclamado sobre todo por la comunidad médica para poder recomendar la aplicación. Esa situación provocó confusión y, de hecho, generó una grieta entre los pediatras que sugerían darles la vacuna a los chicos y los que no.
Luego de ese primer momento y cuando las vacunas de ARN mensajero finalmente llegaron al país, la transparencia de la información sobre los efectos del fármaco en los menores cobró el esperado status que permitió allanar el camino a fin de que ese grupo etario -no exento de contraer formas graves del Covid- fuera vacunado.
El martes, Kennedy Jr. expresó a través de la red social X: “Hoy, los CDC acaban de publicar las recomendaciones sobre la vacunación contra la Covid-19 para niños y mujeres embarazadas sanos. Es una victoria para la ciencia, la cordura y todos los padres que se mantuvieron firmes. Este es el poder de la verdad y el impulso de MAHA (N. de la R.: el movimiento Make America Healthy Again). ¡Sigamos ganando!”.
Lugones retuiteó en las últimas horas un posteo del médico y periodista estadounidense Robert Malone, en el que éste escribió: “Productos de ARNm de Covid eliminados del calendario de los CDC. Anuncio histórico. Sentido común y buena ciencia”. También bioquímico, Malone se refería precisamente al anuncio de que esas vacunas dejaban de ser recomendadas para un grupo etario específico.
Este viernes, un comunicado de los CDC citado por The New York Times introdujo un matiz que Kennedy Jr. no había detallado. Si bien ya no recomiendan la vacunación infantil como sucedía antes, dejan abierta la posibilidad: "Si un padre o madre desea que su hijo o hija sano/a se vacune, su decisión debe basarse en el consentimiento informado y en el criterio clínico de su profesional de la salud”.

La intención de Lugones de ir tras los pasos de Kennedy Jr. parece clara. Habrá que ver qué sucede con la iniciativa en el marco del debate que se genere entre los expertos de la CoNaIn que asesoren al Gobierno antes de que una decisión de esta envergadura sea tomada. Esa comisión, cabe recordar, había recomendado incluir la vacuna del Covid en el calendario nacional, algo que hasta ahora no ha ocurrido.
La opinión de los expertos
Roberto Debbag, presidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, planteó en diálogo con Clarín su postura sobre la decisión ya tomada por Estados Unidos: “Pensamos que sacar la recomendación de la vacuna contra el Covid para los chicos sanos y las embarazadas no es lo correcto. Porque la mayor mortalidad de embarazadas se dio durante la pandemia. Además, los chicos que tuvieron Covid tienen 2,7 veces más probabilidades de sufrir diabetes. Y la posibilidad de miocarditis o pericarditis es mil veces mayor”.
Debbag agregó: “La recomendación de retirar la vacuna para este grupo es una cuestión de Estados Unidos, que creemos ideológica, dada por los efectos adversos de las vacunas ARNm, que en pediatría al ser de baja dosificación no se ha documentado que pueda existir miocarditis o pericarditis como consecuencia de la vacuna”.
Eduardo López, a cargo del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, consideró por su parte que “suspender completamente la vacuna en niños sanos y embarazadas es un apresuramiento con bajo sustento técnico. La mujer embarazada cuando padece Covid generalmente hace cuadros mucho más graves que una mujer no embarazada, con lo que se la debería proteger durante este periodo en el que hay una disminución de la inmunidad fisiológica”.
López agregó que la decisión resulta más compleja aún a la luz de que está apareciendo un nuevo linaje de Ómicron, el NB.1.8.1, que “al parecer tiene un poder de transmisión más alto y está diseminado en el Mediterráneo oriental, el sudeste asiático y en Hong Kong. Uno debería ser cauto en esto. Si hubiera un límite con respecto a la disponibilidad de vacunas, es más lógico que primero se vacunen los adultos mayores y los que tienen factores de riesgo. Pero si hay disponibilidad, hay que ofrecérsela, en base a la sugerencia de OPS, a niños y embarazadas”.
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