La producción total de granos de Argentina podría duplicarse en 10 años, de 130 a 260 millones de toneladas, con cambios de logística y transporte, desarrollo de rutas terrestres y fluviales, con más tecnología e innovación, y sin retenciones a productos agrícolas.
Así se estimó en la primera jornada del ciclo “Coyuntura y agro, una mirada económica y política”, organizada por La Voz, en Córdoba, que convocó a productores y dirigentes de entidades rurales.
El ciclo, que incluye el análisis de temas específicos vinculados con la agroindustria, enmarcados en el contexto político del país, cuenta con el auspicio de Corteva, Air Europa, Ecovatio y Telecom y el acompañamiento de la Bolsa de Cereales de Córdoba y del Ministerio de Bioagroindustria de la provincia.
En este primer encuentro, el foco se puso en la infraestructura, y la serie seguirá con otras temáticas afines al agro, además de realizarse en cada caso las disertaciones del contexto agropecuario, político y económico.
“Todas las ineficiencias en materia de infraestructura las terminan pagando los productores en los precios que reciben”, disparó Julio Calzada, economista jefe de la Bolsa de Comercio de Rosario, tras ponderar el referido posible salto en la cosecha, en una década.
Entre sus datos y argumentos, Calzada mostró una serie de gráficos para demostrar que Argentina está alejado geográficamente de los principales centros de consumo por lo que el transporte y la logística son claves para la economía del país.
Expuso que la congestión en el al Gran Rosario, según el Banco Mundial, aumenta el costo de logística en U$S 8,1 por tonelada. Este sobrecosto representa entre el 10% y el 13% del costo logístico FAS en el caso de la soja. Ingresan 55 millones de toneladas de granos por camión y 4 millones de toneladas por ferrocarril. Solucionar este problema representaría un ahorro anual aproximado de U$S 450 millones, afirmó.
La situación tiene un contexto actual de bajos precios internacionales. El analista del mercado de granos Pablo Adreani dijo al respecto que los aranceles que dispuso la istración de Donald Trump a comienzos de abril, no fueron la causa de la disminución de los precios de los commodities, pues esta se debió más bien a la dinámica del mercado y a la caída de la actividad económica global”.
Sostuvo que el actual tipo de cambio, entre 1.100 y los 1.200 pesos, “es un salvavidas de plomo para el campo”, pues hace peligrar su rentabilidad. Y advirtió que en función de los costos de insumos y alquileres, “los productores deberán vender más soja para cubrir los mismos costos”.
Silvia Fiant, de la Bolsa de Cereales de Córdoba, auguró que el área sembrada de trigo sería récord en la provincia mediterránea, con un millón 750 mil hectáreas, gracias al buen caudal de lluvias acumuladas durante marzo y los pronósticos de cara al mes de cosecha. No obstante, enfatizó que “los márgenes económicos continuarían en una situación delicada” y opinó que “una alternativa es virar parte de la superficie destinada a trigo a cultivos de cobertura”.
Eduardo van der Kooy, analista político de Clarín, dijo que la relación de Javier Milei con el campo es inestable. Hay tensiones y me temo que se profundizarán”, en alusión a la suba de retenciones a los productos agrícolas que pronostican desde el Gobierno.
En relación a ello, el analista sostuvo que "el Presidente tiene en su cabeza un ordenamiento macro, pero carece de un modelo económico para la Argentina”.
Daniel Artana, economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (Fiel), vaticinó que en el corto plazo, el dólar se ubicará en el piso de la banda cambiaria, que el Gobierno estableció entre los $ 1.000 y los $ 1.400.
“Lo más razonable es que el tipo de cambio no coquetee con el techo de la banda, al menos hasta las elecciones”, señaló el experto, para quien la inflación al momento de los comicios de medio término podría ubicarse en un 2% mensual.
Consideró que con las últimas medidas económicas, despejadas las dificultades que enfrentaba el campo como restricciones, cupos y brecha cambiaria volvieron a tener protagonismo central las retenciones.
“Ahora deben focalizarse en el resultado operativo más que en el financiero. Deben ser más eficientes y bajar costos”, indicó Artana.
Tres citas más, en junio, agosto y octubre
La próxima charla del ciclo será el 24 de junio, con el eje “la nueva matriz energética en Argentina: el rol futuro de los biocombustibles”.
Para el 27 de agosto, el contenido por desarrollar será “el clima de inversión en el agro: ¿cuáles son las variables que intervienen a la hora de decidir invertir?
El ciclo anual se cerrará el 8 de octubre, con el tema: “Vaca Muerta y “Vaca Viva, dos modelos de desarrollo: ¿complementarios o antagónicos?”.
Sobre la firma
Newsletter Clarín
Recibí en tu email todas las noticias, coberturas, historias y análisis de la mano de nuestros periodistas especializados
QUIERO RECIBIRLO