El Laboratorio SueloFértil, que pertenece a la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), estuvo presente en el Simposio Fertilidad 2025, que se llevó a cabo esta semana en Rosario. El laboratorio se inauguró en 1999 y tiene tres sedes: en Pergamino y Tres Arroyos (Buenos Aires) y Hernando (Córdoba).
Amancay Herrera, responsable técnico comercial del laboratorio, destacó los avances en la conciencia que tienen los productores respecto a la importancia de realizar un buen diagnóstico mediante análisis de suelo. “Hace 25 años, hablar de análisis de suelo era casi desconocido para muchos productores. Hoy en día, la mayoría sabe de qué estamos hablando, para qué sirve y cómo puede ayudar a una mejor planificación agrícola”, afirmó Herrera.
Sin embargo, reconoció que aún persisten desafíos en el mercado. “El costo no es tanto un impedimento en términos de valor de dinero; lo más complicado es el muestreo, que aunque no es difícil, puede resultar tedioso y muy laborioso”, explicó la especialista.
itió que la necesidad de recorrer el lote, tomar muestras en diferentes sectores y analizar cada una puede limitar la cantidad de productores que efectúan estos análisis de manera regular. Actualmente, apenas entre un 15%-20% de la superficie agrícola se analiza.
Para combatir esta problemática, Herrera sugirió que la tecnología puede aportar soluciones. “Hoy en día, es posible ambientar los lotes, y eso permite identificar zonas con diferentes niveles de productividad dentro del mismo lote”, señaló. “De esta manera, se pueden hacer muestras específicas por ambiente, lo que ayuda a mejorar la precisión en los diagnósticos y en las recomendaciones para el manejo del suelo”.
En cuanto a los resultados obtenidos, Herrera compartió datos relevantes: “La mayoría de los análisis de fósforo en el suelo están por debajo de los 15 ppm, cuando para cultivos como el trigo, se recomienda alcanzar los 18 ppm para evitar pérdidas en el rendimiento”. Además, destacó que en zonas como Entre Ríos, los niveles de potasio y magnesio ya se encuentran por debajo de los umbrales necesarios para un cultivo óptimo, y que micronutrientes como zinc y boro comienzan a registrar valores bajos o deficientes en algunas regiones.
El equipo del laboratorio realiza recomendaciones basadas en los análisis, aunque aclaran que cada sugerencia debe ajustarse con la información y el seguimiento del ingeniero que recorre los lotes, teniendo en cuenta el rendimiento esperado del productor.
En conclusión, Herrera comentó que aunque ha habido un avance sustancial en la conciencia del análisis de suelo, todavía queda mucho por hacer para ampliar su uso y comprender mejor cómo aprovechar los resultados. “Nuestro objetivo es seguir promoviendo el uso correcto del análisis de suelo, así como avanzar en las tareas de muestreo y ambientación, para que la agricultura argentina siga siendo cada vez más eficiente y sustentable”, finalizó.
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