window.addEventListener('keydown', function(e) { if(e.key === 'Escape'){ e.preventDefault() } });
Noticias hoy
    En vivo

      La trampa del abuso reactivo: cuáles son sus mecanismos y cómo reconocerlo en una relación

      • El abuso reactivo es una reacción emocional intensa.
      • Surge tras haber soportado un maltrato constante que puede ser sutil o evidente.
      • Cuáles son sus consecuencias y cómo salir de esta dinámica.

      La trampa del abuso reactivo: cuáles son sus mecanismos y cómo reconocerlo en una relaciónEl abuso reactivo es una reacción emocional intensa que surge después de haber soportado un maltrato constante que puede ser sutil o evidente. Foto ilustración Shutterstock.
      Redacción Clarín

      ¿Alguna vez sentiste que reaccionaste de una manera que ni siquiera entendías, donde de repente todo el foco estaba puesto en tu reacción y no en lo que la provocó? Muchas personas expresan esta sensación de culpa o confusión, sin darse cuenta del maltrato emocional que soportaron durante mucho tiempo.

      Así lo explicó a Clarín Valeria Bedrossian, psicóloga especialista en terapia individual y de pareja y docente universitaria. “En las relaciones afectivas las personas que experimentan desvalorización y maltrato en forma sostenida antes sus necesidades (aunque sea de forma sutil), pueden desarrollar una sobreadaptación. Esto significa que toleran situaciones dolorosas más allá de lo habitual con tal de mantener el vínculo”, detalló.

      Sin embargo, en muchos casos esa tolerancia tiene un límite. Por ejemplo, la psicóloga mencionó que una persona que soporta años de críticas o indiferencia ante sus emociones puede explotar emocionalmente ante un comentario que, en apariencia, no es grave. “Esa reacción no surge por el comentario aislado, sino como una respuesta acumulada a todas las microagresiones que fue sintiendo previamente”.

      Entonces, aquel que ejerce el maltrato podría señalar esa explosión como prueba de que la víctima es "inestable" o "exagerada", invisibilizando los motivos que la provocaron. “Esta reacción, en lugar de ser comprendida como una respuesta a un maltrato sostenido, suele ser cuestionada, descalificada o utilizada como herramienta de manipulación por la parte abusiva”, afirmó la especialista.

      Qué es el abuso reactivo: "la gota que rebalsó el vaso"

      El abuso reactivo es esa reacción emocional intensa que surge después de haber soportado un maltrato constante que puede ser sutil o evidente. Esta respuesta, aparentemente desmedida o fuera de lugar, es en realidad el resultado de una acumulación de pequeñas agresiones previas. Bedrossian aclaró que es lo que se conoce como "la gota que rebalsó el vaso".

      Esta reacción, en lugar de ser comprendida como una respuesta a un maltrato sostenido, suele ser descalificada. Foto ilustración Shutterstock.Esta reacción, en lugar de ser comprendida como una respuesta a un maltrato sostenido, suele ser descalificada. Foto ilustración Shutterstock.

      “Lo más confuso de esta dinámica es que la persona que perpetúa la violencia usa esa reacción como evidencia para victimizarse, invertir los roles y justificar su propio comportamiento abusivo. Así, quien reacciona queda expuesto, es acusado de ser 'el problema' y termina, si no se hace conciente de la manipulación, sintiéndose culpable”.

      En tanto, sostuvo, desde afuera los demás pueden percibir a la parte abusiva como una víctima genuina, ya que sólo observan la reacción intensa sin comprender el maltrato previo que la provocó. Esto puede llevar a que la víctima reciba críticas o falta de apoyo de su entorno, profundizando aún más su sensación de aislamiento y culpa.

      Una de las trampas del abuso reactivo es hacer que quien reacciona se sienta el problema. Pero al explorar la historia completa aparece un patrón de descalificaciones, indiferencia y pequeñas agresiones que se han ido acumulando.

      Evitar la escalada de violencia: salir de los circuitos disfuncionales

      La psicóloga enfatizó que comprender el abuso reactivo no significa justificar la violencia en ninguna de sus formas. “Más allá de quién haya iniciado el conflicto, la clave está en evitar la escalada de violencia y romper con los circuitos disfuncionales. Cuando una relación entra en un ciclo de agresión y respuesta emocional intensa, es fundamental reconocerlo y buscar estrategias para salir de esa dinámica en lugar de perpetuarla”, afirmó.

      La reacción es el resultado de una acumulación de pequeñas agresiones previas. Foto ilustración Shutterstock.La reacción es el resultado de una acumulación de pequeñas agresiones previas. Foto ilustración Shutterstock.

      La manipulación de la narrativa y de la secuencia de hechos

      La especialista destacó que, desde una perspectiva comunicacional, quien manipula altera la interpretación de los hechos para responsabilizar a la víctima. Las personas organizan la secuencia de los hechos de acuerdo con su propia percepción. En el abuso reactivo, quien ejerce el maltrato omite o minimiza el maltrato previo y enfoca la atención sólo en la reacción emocional de la víctima, descontextualizándola.

      En una relación abusiva la secuencia real de los hechos se distorsiona: la persona abusiva actúa como si la reacción intensa de la víctima fuera el inicio del conflicto, ignorando todo lo que la precedió. Esto no solo perpetúa el abuso, sino que también refuerza la culpa y la confusión en la víctima, quien puede llegar a dudar de su propia percepción de los acontecimientos.

      Gaslighting: hacer dudar de la propia percepción

      Una de las técnicas más comunes dentro del abuso reactivo, señaló Bedrossian, es el gaslighting, que consiste en manipular la percepción de la víctima para que dude de sí misma.

      “Estás exagerando”, “siempre reaccionás de forma desmedida”, “te estás imaginando cosas”. Estas afirmaciones buscan desacreditar las emociones de la víctima, hacerla sentir responsable del conflicto y disuadirla de expresar futuras reacciones. Como consecuencia, con el tiempo la persona puede internalizar este mensaje y autocensurarse para evitar confrontaciones.

      Este proceso de autocensura es particularmente dañino porque genera una sensación de desamparo emocional, donde la víctima ya no confía en su propio juicio ni en la validez de sus emociones.

      Cuáles son las consecuencias del abuso reactivo

      Cuando estas dinámicas se prolongan, la víctima desarrolla un alto grado de autocontrol y sobreadaptación. “Siguiendo el concepto de autovigilancia de Michel Foucault, el poder de quien perpetúa la violencia se interioriza hasta el punto en que ya no es necesario un control externo: la persona se disciplina a sí misma para no provocar reacciones en el otro”, explicó la psicóloga.

      Este tipo de autocontrol extremo tiene consecuencias graves para la salud emocional. Foto ilustración Shutterstock.Este tipo de autocontrol extremo tiene consecuencias graves para la salud emocional. Foto ilustración Shutterstock.

      Pero esto no es inofensivo: este tipo de autocontrol extremo tiene consecuencias graves para la salud emocional. La persona empieza a creer que la única forma de sostener la relación es anular sus propias emociones. Y, con el paso del tiempo, esta sobreadaptación erosiona la identidad personal, debilitando la capacidad de reconocer el abuso y buscar ayuda.

      En ese contexto, Bedrossian destacó que es muy importante diferenciar el abuso reactivo de una reacción agresiva por falta de gestión de las emociones u otros mecanismos de desregulación emocional de las personas. “No toda explosión emocional es abuso reactivo. Se habla de abuso reactivo cuando existe una manipulación intencional que descontextualiza la reacción de la víctima, usándola para invertir los roles y ocultar un maltrato sostenido”, enfatizó.

      Abuso reactivo: 6 recomendaciones para salir de esta dinámica

      Salir de este tipo de relación requiere un proceso de toma de conciencia y fortalecimiento personal. Éstas son algunas estrategias que la especialista mencionó para comenzar este camino:

      • Reconocer la manipulación: es fundamental identificar las estrategias como el gaslighting y no dudar de la propia percepción.
      • Abrir el juego, no aislarse: compartir las experiencias con personas de confianza puede ayudar a validar la realidad y romper el ciclo de manipulación.
      • Fortalecer la autoestima: buscar apoyo profesional para trabajar la dependencia emocional y recuperar la seguridad personal.
      • Responder, no reaccionar: aprender a gestionar las emociones de manera asertiva, evitando actuar impulsivamente. Desde la psicología, tanto en los talleres como en la terapia hay herramientas muy concretas para trabajar la gestión de las emociones de manera focalizada.
      • Identificar patrones destructivos: observar las dinámicas repetitivas y tomar conciencia de cómo afectan la salud emocional.
      • Activar recursos personales: desarrollar estrategias de autocuidado y buscar un entorno que fomente el crecimiento personal.

      Por último, Bedrossian recalcó que "salir de una relación donde existe abuso reactivo es desafiante porque la manipulación distorsiona la percepción de la realidad. El primer paso es tomar conciencia: identificar las dinámicas abusivas y validar las propias emociones es esencial para recuperar la libertad personal".

      Salir de una relación donde existe abuso reactivo es desafiante porque la manipulación distorsiona la percepción de la realidad. Foto ilustración Shutterstock.Salir de una relación donde existe abuso reactivo es desafiante porque la manipulación distorsiona la percepción de la realidad. Foto ilustración Shutterstock.

      Para la psicóloga, es esencial entender que una relación saludable debe construirse sobre códigos de respeto mutuo, sin validación de la manipulación, el maltrato ni la agresión. La clave no es responder a la violencia con más violencia, sino ser capaces desarrollar formas de comunicación que permitan expresar las emociones sin autoinfligirse daño ni dañar al otro.

      En una relación sana, ambas personas deberían poder reflexionar sobre la dinámica que están sosteniendo sin recurrir a la manipulación, con el fin de construir un intercambio basado en el respeto y el cuidado mutuo.

      “Tener estas conversaciones en un nivel más profundo permite revisar la manera en que nos estamos relacionando y encontrar formas más saludables de vincularnos. La terapia de pareja es un espacio valioso para este proceso, ya que brinda herramientas para mejorar la comunicación y reformular el vínculo sin caer en juegos de poder o dinámicas disfuncionales”, concluyó Valeria Bedrossian.

      Asesoró Valeria Bedrossian, psicóloga especialista en terapia individual y de pareja y docente universitaria. En Instagram, @valeria.bedrossian.