La renuncia de la jueza Julieta Makintach al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 3 de San Isidro, la cual fue aceptada por los otros dos magistrados que la acompañaban, dejó al juicio por la muerte de Diego Armando Maradona (60) al borde de volver a fojas cero, es decir, al primer acto procesal.
Esto está contemplado en el artículo 338 del Código Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires que trata la "integración del tribunal" y la "citación a juicio".
Tras la renuncia de la jueza Julieta Makintach, cuestionada por filmar un video documental sobre ella sin autorización, los otros integrantes del TOC N° 3, Maximiliano Savarino y Verónica Di Tomasso, aceptaron su recusación.
Sin embargo, el fiscal general adjunto de San Isidro, Patricio Ferrari, y los abogados de los particulares damnificado solicitaron la designación de jueces nuevos para poder continuar con el debate. También adhirió Julio Rivas, defensor del neurocirujano Leopoldo Luque.
"Deberían convocar a una audiencia del 338, que ofrezcamos las pruebas. Y creo que en un mes podemos estar empezando un juicio de nuevo con la seguridad de que va a ser valido para siempre", indicó Ferrari en la audiencia de este martes.

Mientras que el abogado Vadim Mischanchuk, defensor de la psiquiatra Agustina Cosachov; y Diego Olmedo, quien representa al psicólogo Carlos "Charly" Díaz; dos de los siete imputados enjuiciados; solicitaron que solo se reemplace a Makintach y que continúen Savarino y Di Tommaso.
"La propuesta de esta defensa es regresar todo al 338, con un nuevo integrante, incluidos ustedes dos", señaló Mischanchuk ante el TOC N° 3.
Por su parte, Olmedo argumentó: "Entiendo que vuestras excelencias deben seguir participando del debate, sumando un tercer juez y un cuarto juez."
Fuentes del caso indicaron a Clarín que existen un principio de acuerdo entre las partes para que el juicio con los nuevos jueces se realice "lo antes posible".
En tanto, Nicolás D´Albora, el letrado de la acusada Nancy Forlini, pidió que se declare la nulidad del proceso y que se sortee un nuevo tribunal. "Ustedes, señores jueces no pueden intervenir porque están contaminados por haber recibido gran parte de la prueba recibida en este juicio", sostuvo.
Una vez que el los jueces Savarino y Di Tommaso se expidan sobre estos planteos este jueves a las 12, la causa entrará a la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal de San Isidro -que cuenta con tres salas distintas-, donde se procederá a los sorteos correspondientes, en función de lo que se resuelva en la audiencia.
Después del sorteo, las partes serán notificadas del resultado para que acepten a los nuevos magistrados o analicen si existe algún motivo de incompatibilidad para recusarlos o que se excusen.
Esto tiene que ver con las potenciales relaciones entre los jueces, de un lado, y los imputados y los abogados de las partes, del otro, aclararon las fuentes consultadas.
En caso de que las partes se opongan a alguno de los resultados, y la Cámara haga lugar a esa postura, se realizará un nuevo sorteo.
Lo que puede pasar este jueves
En este escenario, los jueces Savarino y Di Tommaso podrían resolver seguir ellos con el debate y poner en consideración a las partes la incorporación de un tercer integrante del tribunal que ocupe el lugar de Makintach.
Esto generaría un debate en sí mismo por varios motivos, uno de ellos es la incorporación de la prueba elaborada hasta el momento, principalmente la declaración de los 44 testigos que pasaron por el debate.
Esta salvedad está enmarcada en el inciso 6 del artículo 338 que contempla las “estipulaciones probatorias”, esto es que todas las partes se pongan de acuerdo de manera unánime y “acepten como probados alguno o algunos de los hechos y sus circunstancias” planteadas en el juicio.
Con que una de las partes no acepte esta medida, el debate se caerá. Es que si continúa y hay un veredicto y eventual sentencia para alguno de los acusados o para todos, sus defensores pueden recurrir a la Cámara de Apelaciones con el argumento de que un juez que no fue parte de la totalidad del proceso.

Para las partes consultadas, la incorporación de un nuevo juez parece "inviable”. Los argumentos se basan en la violación a la figura del “juez natural”, mencionado en el artículo 1 del Código Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires, por el que rige el debate.
En su contenido menciona que “nadie podrá ser juzgado por otros jueces que los designados”; es decir, que el juicio pasaría a quedar nulo y volver todo a fojas cero.
Una de las posibilidades que más se menciona en los pasillos de tribunales de San Isidro es que el juicio se declararía nulo, tal como lo solicitó la defensa de la médica Forlini.
La nulidad de un debate está citada en el Capítulo VII del código, más precisamente en el artículo 202.
Si se declara nulo, la causa vuelve a la etapa previa al juicio, por lo que la causa ya no quedaría en el TOC N° 3, sino que se sorteará un nuevo tribunal entre los 7 que hay en San Isidro, aunque no podrá volver al 3, al 2 -al que pertenece Makintach- ni al 5, ya que este último se había excusado previo al debate actual.
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