La compañía SpaceX, del magnate Elon Musk, realizó este jueves un nuevo vuelo de prueba de su megacohete Starship. Por un lado, el despegue fue exitoso, al igual que el regreso del propulsor, Super Heavy. Sin embargo, la expedición tuvo un revés para la empresa aeroespacial cuando se perdió o con la etapa superior, por segunda vez consecutiva.
El Starship, el cohete más potente y poderoso del mundo, despegó con éxito de la base de SpaceX en Boca Chica, Texas, poco después de las 17H30 locales (23H30 GMT). Se trató del octavo vuelo de prueba de misión orbital del artefacto -hasta ahora no tripulado- y el primero desde su dramática explosión sobre el Caribe ocurrida en enero de este año.
Minutos después de la salida y de la separación de la fase de propulsión, el video transmitido en vivo por la compañía mostró cómo la parte superior de la nave avanzaba sin control. Su señal se perdió poco después de perder los motores y el control de la marea, unos 20 segundos antes de completar su ascenso.
"Puedo confirmar que perdimos el o con la nave. Desafortunadamente, esto también ocurrió la última vez", dijo el empleado de SpaceX Dan Huot, al referirse al anterior vuelo de prueba en enero que causó una lluvia de escombros sobre el Caribe por una explosión del aparato.
Liftoff of Starship! pic.twitter.com/OL7moLdZ2u
— SpaceX (@SpaceX) March 6, 2025
Debido a la frustrada misión y el desmembramiento de la nave, la istración federal de Aviación (FAA, en inglés) de Estados Unidos ordenó que se detuvieran todos los vuelos hacia los aeropuertos de Miami, Orlando, Fort Lauderdale y Palm Beach, en Florida debido a los "restos del lanzamiento espacial" que flotaban en el aire.
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La nueva misión tenía el objetivo de testear la operatividad del sofisticado vehículo espacial, pensado para transportar tripulación a la Luna y Marte en un futuro.
ES
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