En una emotiva ceremonia celebrada en la plaza de San Pedro, el cardenal Giovanni Battista Re pronunció unas conmovedoras palabras de despedida durante el funeral del Papa Francisco. Frente a una multitud, y con líderes de todo el mundo presentes, el cardenal cerró su homilía recordando el legado de cercanía y esperanza del Pontífice.
"Querido Papa Francisco, ahora te pedimos a ti que reces por nosotros", dijo Re, en uno de los pasajes más sentidos de la ceremonia. "Que desde el cielo bendigas a la Iglesia, bendigas a Roma, bendigas al mundo entero, como hiciste el pasado domingo desde el balcón de esta Basílica, en un último abrazo con todo el Pueblo de Dios".
En sus exequias, Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, puso el foco en la misión pastoral que emprendió Francisco, al indicar "que busca la verdad con corazón sincero y mantiene en alto la antorcha de la esperanza".
Se emocionó al recordar la última aparición pública del Santo Padre: “Su última imagen, que permanecerá en nuestros ojos y en nuestro corazón, es la del pasado domingo, solemnidad de Pascua, cuando el Papa Francisco, a pesar de los graves problemas de salud, quiso impartirnos la bendición desde el balcón de la Basílica en un último abrazo con todo el Pueblo de Dios”, dijo.
“A pesar de su fragilidad y sufrimiento final, el Papa Francisco eligió recorrer este camino de entrega hasta el último día de su vida terrenal. Como el buen pastor, amó a sus ovejas hasta dar por ellas su propia vida”, remarcó, citando a su vez al apóstol Pablo: "La felicidad está más en dar que en recibir".
El Cardenal Re también puso el ojo en la elección de su nombre, Francisco, como una decisión “programática y de estilo”, inspirada en san Francisco de Asís. “Fue un Papa en medio de la gente con el corazón abierto hacia todos. Estableció un o directo con las personas y con los pueblos, deseoso de estar cerca de todos, con especial atención hacia las personas en dificultad”, agregó.
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“El Papa Francisco siempre puso en el centro el Evangelio de la misericordia, resaltando constantemente que Dios no se cansa de perdonarnos: Él perdona siempre”, dijo. Su mensaje, continuó, supo llegar “al corazón de las personas de forma directa e inmediata”, y su carisma fue capaz de “despertar las fuerzas morales y espirituales” de una humanidad necesitada de consuelo y guía.
Además citó algunas de las ideas que transmitió Francisco durante su papado: “La guerra no es más que muerte de personas, destrucción de casas, hospitales y escuelas. La guerra siempre deja al mundo peor de como era en precedencia: es para todos una derrota dolorosa y trágica", dijo.
"También dejó una huella profunda con su encíclica Laudato Si', sobre el cuidado de la 'casa común', recordando que 'nadie se salva solo'. Frente a las guerras, Francisco fue incansable en su llamado a la paz, recordando que la guerra siempre deja el mundo peor de lo que estaba. Su frase “Construir puentes y no muros” fue un lema permanente de su pontificado", destacó Re.
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