El costo humano de la escalada de tensiones entre India y Pakistán tras el mortífero ataque terrorista de Cachemira hace eco en la frontera de Attari-Wagah, testigo de un éxodo de personas en ambos lados, intentando volver a su país.
Una fecha límite inminente del domingo 27 de abril para que los ciudadanos paquistaníes abandonen la India, y probables presiones recíprocas sobre los indios en Pakistán, han convertido el único paso terrestre oficial entre las naciones vecinas y rivales, en una escena de salidas urgentes.
La abrupta decisión de la India de suspender los servicios de visado para los paquistaníes y ordenar su salida se produjo tras acusar a su vecino de albergar a los autores del ataque de Pahalgam en la Cachemira india que mató a 26 civiles.
Pakistán, a su vez, también suspendió los visados de la SAARC para los indios, lo que generó preocupación por quienes residen allí.

Personas con pasaporte indio, casadas con ciudadanos paquistaníes, se encuentran varadas en la frontera de Attari (nombre del pueblo del lado indio de la frontera), impedidas de salir del país, incluso si sus parejas e hijos están al otro lado.
"Los pasaportes indios no están permitidos aquí (lado paquistaní). Los pasaportes paquistaníes no están permitidos allí (India). Nuestra petición es simple: aquellos que tengan una visa válida y estén casados allí, déjenlos ir", pidió una persona a las cámaras de televisión en la frontera de Attari-Wagah.
"Vine a visitar a mis padres y ahora quiero regresar a Pakistán. Tengo un hijo conmigo que es paquistaní. Su pasaporte es paquistaní y mi pasaporte es indio. Me casé en Pakistán. Quiero apelar al Gobierno para que me permita regresar a Pakistán con mi pasaporte", dijo otro.
La India ha calificado sistemáticamente a Pakistán como un "epicentro global del terrorismo", y el ataque de Pahalgam ha reavivado esta acusación, con Nueva Delhi acusando rápida y públicamente a Islamabad.
Además de la suspensión de visados y el cierre de fronteras, la India ha tomado medidas aún más drásticas al suspender el Tratado de las Aguas del Indo, un acuerdo crucial para compartir el agua que ha sobrevivido a conflictos anteriores, alegando el "terrorismo transfronterizo continuo".
Pakistán respondió de la misma manera, anunciando la suspensión de todos los pactos bilaterales con la India, incluido el histórico acuerdo de Simla de 1972.
El Acuerdo de Simla, firmado tras la guerra de 1971, había establecido un marco para las relaciones bilaterales y la resolución pacífica de disputas.
Su suspensión supone un posible colapso de los canales diplomáticos establecidos entre los dos vecinos con armas nucleares.
Más tensión
El primer ministro pakistaní reiteró este sábado que su país está "listo" para "proteger cada centímetro cuadrado" de su territorio, tras un segundo intercambio de disparos en Cachemira con la vecina India. Dirigiéndose en inglés, algo inusual, durante una ceremonia militar, Shehbaz Sharif repitió que acusar a su país de estar relacionado con la muerte de 26 civiles el martes en la disputada Cachemira "carece de fundamentos".
El jefe del gobierno reclamó una "investigación neutra" sobre el ataque del que le acusa su vecino indio. Por su parte, India afirma que sigue buscando en Cachemira a dos atacantes pakistaníes.

Con todas las miradas puestas en la línea de control, la frontera de facto en Cachemira, las fuerzas indias y pakistaníes volvieron a intercambiar disparos, por segundo día consecutivo, indicó el ejército indio.
Esta fuente reportó disparos "no provocados" con armas ligeras desde "múltiples" posiciones del ejército pakistaní, que no comentó el suceso.
A primera hora del viernes, las dos potencias nucleares -que se han enfrentado en tres guerras desde la marcha del poder colonial británico en 1947- ya habían intercambiado brevemente disparos.
Arabia Saudita "realiza gestiones para evitar una escalada entre India y Pakistán", afirmó un responsable saudita, bajo condición de anonimato.
Irán, que mantiene buenas relaciones con ambos países, se mostró también dispuesto a "redoblar sus esfuerzos (...) para contribuir a aliviar las tensiones", indicó el sábado la cancillería.
El martes, hombres armados dispararon contra turistas en Pahalgam, el peor ataque en un cuarto de siglo contra civiles en la Cachemira istrada por India, que no fue reivindicado oficialmente.
Nueva Delhi acusó entonces a Islamabad de respaldar "el terrorismo transfronterizo", pero Pakistán lo niega y tilda de "frívolas" estas alegaciones.
Cachemira, región de mayoría musulmana, quedó dividida entre India y Pakistán desde la independencia del Reino Unido en 1947. Ambos países reclaman la totalidad de su territorio.
Desde 1989, grupos rebeldes lideran una insurgencia en la parte controlada por India, reclamando la independencia o una unión con Pakistán.
El primer ministro indio, Narendra Modi, prometió que su país perseguirá a los atacantes del martes "hasta el fin del mundo", y la policía india difundió los retratos robot de dos ciudadanos pakistaníes, presentándolos como de Lashkar-e-Taiba (LeT), grupo originario de Pakistán.
Fuente: EFE y AFP
PB
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