Estas horas que se viven en Italia, en medio de la alarma europea, comienzan a escribir la Gran Historia de la nueva era que se inicia, preñada ya de tragedias como la invasión rusa a Ucrania, el enfrentamiento con Occidente poblado de amenazas atómicas lanzadas por el mismo Vladimir Putin y las consecuencias económicas que los descalabros van produciendo.
Lo que ocurrió en la noche del miércoles en Roma encaja con este contexto que hace pensar en algunos elementos inquietantes que se vivieron en la Europa del siglo XX y que derivaron en las dos guerras mundiales.
En un salón del Parlamento italiano, Giorgia Meloni, acusada de neofascista y jefa de un partido (Hermanos de Italia) poblado en parte por nostálgicos de la dictadura de Benito Mussolini, triunfó frente a sus socios de la coalición de centroderecha.
Les impuso, bajo la amenaza de retirarse de la alianza, que se estableciera de inmediato la norma de que el que más votos conquiste del trío de líderes que integra con Silvio Berlusconi (Forza Italia) y Matteo Salvini (La Liga), sea automáticamente el candidato a jefe del gobierno italiano tras las elecciones anticipadas del 25 de setiembre.

Berlusconi, cuatro veces primer ministro, multimillonario y conservador liberal, ubicado en el centrismo que en el nivel europeo representa el partido Popular Europeo, está en el ocaso y sus huestes se han adelgazado al 8-9% según los sondeos.
Berlusconi, que quiere protagonizar, ser el eje y resultar elegido presidente del Senado, intentó parar la ofensiva de Meloni. “Giorgia podés espantar a mucha gente”, le dijo.
Berlusconi contaba con Matteo Salvini, el populista líder de La Liga, pero éste reiteró su posición de que “el que saca un voto más es el líder”. Muchos creen que esta línea esconde una maniobra, pero los dos se dieron de cabeza con la pequeña rubia de 45 años que sabe usar el puño de hierro.
En 2019 Salvini vivía su época de oro. Era el líder de los soberanistas derechistas europeos y su popularidad llegaba al 34,5%. Desde entonces cometió muchos errores y el responso de los sondeos lo clava hoy por debajo del 15%. El 24% de Hermanos de Italia, según las encuestas, supera a los números que reúnen Berlusconi y Salvini juntos.

Ambos tuvieron que aflojar y Meloni se despertó este jueves más favorita que nunca para ganar las elecciones generales de finales de septiembre. Claro que faltan practicamente dos meses, pero en la largada ya ha tomado la delantera.
Además, Meloni logró otro triunfo, imponiendo que a ella le toquen 98 de las 221 bancas que un retorcido sistema electoral obliga a elegir “ad personam” y no por el sistema proporcional que rige en la mayoría de los casos.
Se supone que esta variante puede dar a las derechas un triunfo demoledor de hasta el 60% de las bancas parlamentarias, que han sido reducidas por una ley constitucional en un tercio. Ahora los diputados a elegir son 400 y los senadores 200.
Una paliza para la centroizquierda
Estos números no aburren a nadie porque preanuncian una paliza histórica a toda el área de centroizquierda y aliados centristas, que están arrancando en un mar de dificultades.
La centroderecha podría acumular hasta el 47% de los votos y la futura oposición, liderada por el partido Democrático, quedarse empantanada en un 36-37%. Las derechas lograrían en este cuadro la mayoría absoluta en el Senado y la Cámara de Diputados.
El primer ministro renunciante Mario Draghi, cuya caída desató los cambios sísmicos actuales, mantiene imperturbable el timón del gobierno con poderes reducidos debido a la caída del economista en el voto de confianza de hace solo una semana.

Draghi, considerado en la catarata de elogios que se escriben en Europa para recordar su hazaña de haber salvado a la moneda europea, el euro, cuando entre 2011 y 2019 fue presidente de la Banca Central Europea, advirtió el miércoles que “tendremos un invierno (boreal) complicado”.
La curiosidad general sigue apostando: ¿adonde irá ahora la prestigiosa figura del estadista italiano? Tal vez será director del Fondo Monetario Internacional, o secretario general de la OTAN, la alianza militar occidental">