El tango político en palacio del Eliseo en plena danza. Con el país sumergido en una monumental crisis política tras las elecciones legislativas y una sofocante ola de calor, el presidente Emmanuel Macron trata de crear un consenso parlamentario para poder gobernar tras haber perdido su mayoría absoluta y estar aislado.
Primera medida: no aceptó la renuncia de su primera ministra, la tecnócrata socialista Elisabeth Borne, recién asumida. En este caos no puede quedarse sin premier ni gabinete. Pero habrá un nuevo gabinete , aunque no sea designado este martes.
“Operación seducción” para un debilitado Macron, donde sus políticas parlamentarias han sido rechazadas, 8 semanas después de haber sido entronado presidente. Es un estilo el que los ses han reprobado, un autoritarismo parlamentario sin debate, el “jupitarismo” del jefe de estado.
Una idea de no ser de centro, de izquierda o de derecha, que ha generado una profunda confusión y desazón entre los electores. La sensación de que la Asamblea Nacional se había transformado en ”la escribanía” presidencial, sin debate.

No hay más límites: el jefe de estado trata de encantar “republicanamente” a los conservadores republicanos, que se niegan a un acuerdo con él, a los socialistas de la alianza NUPES, a los comunistas. Luego recibirá a Marine Le Pen, la jefa de Reagrupación Nacional, la ultraderecha, que obtuvo 90 legisladores y se autoproclama el primer partido opositor. ¿Un acercamiento a los lepenistas">
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Fuente: AFP Infografía: Clarín
Francia está en seria crisis de gobernabilidad. Si no resuelven un consenso frente a la altísima inflación, el costo de vida, los precios de los combustibles y los salarios, el país explota como en 2005, cuando los suburbios estallaron, pero por otras razones. La unión nacional es indispensable en esta horas, con Europa en guerra y la probabilidad que el conflicto entre Rusia y Ucrania se derrame en Europa del Este, con precios inalcanzables para los nuevos pobres.
Sin prejuicios
Macron busca ahora un juego de alianzas que la derecha y la izquierda han rechazado como método. Una mayoría de proyectos, texto por texto, que va a convertir el parlamento francés en una coalición a la alemana.
No hay prejuicios. Si Macron consigue un acuerdo con Marine Le Pen y su Reagrupamiento Nacional, va a avanzar. Será parte de “la mayoría de acción”, que prometió la primera ministra Elisabeth Borne, en esta horas dramáticas en el país.
Cuando desfilaba hacia el Eliseo el líder republicano François Jacob, que rechazó cualquier pacto, el ministro de ultramar, Yaël Braun Pivet, escribió con toda su experiencia parlamentaria la idea. “Tendemos la mano a todos los que quisieran avanzar con la mayoría.”

”¿Incluye a Reagrupación Nacional?”, preguntó la prensa.
Con candidez, respondió: “Pero escuche, usted sabe. Esta es la belleza de la democracia. En el Parlamento, cuando uno vota textos, nosotros no somos necesariamente en grupos” .
Marine Le Pen, que renunció a la presidencia de su partido para liderar el grupo de sus 90 diputados parlamentarios, fue invitada al Eliseo. Un paso histórico para ella.
“Cambiar a Elisabeth Borne por otro">