En un episodio que conmocionó a Venezuela y al mundo, la líder opositora María Corina Machado denunció a través de su equipo que fue arrestada violentamente después de aparecer en una manifestación tras meses en la clandestinidad.
Su caravana, indicaron, fue tiroteada por los paramilitares de la dictadura. Pero a las pocas horas fue liberada, con todo el régimen afirmando que la detención no existió y que se trató de una mentira creada por la propia dirigente. Los analistas sostienen que el hecho podría estar desnudando una interna en la cúpula del poder.
El arresto se produjo un día antes de la parodia de jura de un nuevo mandato que realizará este viernes el autócrata Nicolás Maduro, quien se adjudicó sin pruebas las elecciones presidenciales del 28 de julio pasado.
Ese comicio lo ganó ampliamente la oposición con su candidato Edmundo González Urrutia según las actas que mostraron los dirigentes opositores, obtenidas durante el acto electoral y consideradas legítimas por organismos como el Centro Carter.
Este jueves el presidente electo norteamericano, Donald Trump, reaccionó a los hechos de Caracas, con el reconocimiento de González Urrutia como mandatario de Venezuela y advirtió que él y Corina Machado “no deben sufrir daño”.

La marcha fue convocada por Corina Machado para repudiar la ceremonia de este viernes y reclamar el derecho de González Urrutia para asumir el poder. En un breve discurso, sobre una camioneta, afirmó que “hagan lo que hagan, se terminan de enterrar. No les tenemos miedo”, un lema que repitió con intensidad la gente reunida en una avenida de Caracas, casi en simultáneo con marchas convocadas por el régimen.
En una publicación en X, el comando opositor señaló que la exdiputada fue “interceptada y tumbada de la moto en la que se trasladaba” tras encabezar la concentración en la zona de Chacao.
“En el suceso detonaron armas de fuego. Se la llevaron retenida por la fuerza. Durante el período de su secuestro fue forzada a grabar varios videos y luego fue liberada”, agregó la información, dada conocer casi dos horas después de que su partido, Vente Venezuela, denunciara que Machado fue “violentamente interceptada”.

El subdirector para las Américas de Human Rights Watch (HRW), Juan Pappier, informó que esa ONG había confirmado la detención de la líder y exigió su liberación.
El régimen negó el episodio. “Es la ridiculez de las ridiculeces, es una locura, ella está loca para que la detengamos, dijo Diosdado Cabello, el implacable ministro de Interior y de Justicia. “Tuvo que salir después con el rabo entre las piernas. Un invento una mentira”.
Es el mismo funcionario que desplegó fuerzas policiales y parapoliciales en motocicletas por las principales ciudades para inhibir a la gente que no asista a las protestas opositoras y que hace 24 horas arrestó al yerno de González Urrutia.
El candidato opositor insistió este jueves desde República Dominicana en su intención de regresar a Venezuela para su propia jura. No se sabe de qué manera haría ese periplo dado que solo se puede acceder a Caracas por avión y el régimen advirtió que será arrestado inmediatamente por cargos de “traición a la patria y usurpación de cargos”, por su planteo presidencial.
El canciller del régimen, Yvan Gil, a su vez, calificó de “operación de falsa bandera” la denuncia del arresto que disparó una lluvia de protestas internacionales contra la dictadura. “La señora María Corina Machado intentó una operación de Falsa Bandera, burlándose de la derecha y del fascismo internacional que inmediatamente salió a mentir como de costumbre”, afirmó el funcionario.
Lo mismo dijo el ministro de Comunicación e Información, Freddy Ñáñez, quien catalogó como “una maniobra de la distracción mediática” la supuesta detención de Machado y negó que la líder opositora hubiese sido detenida. “Hace unos minutos la derecha vendió la idea de que MCM (Machado) había sido atacada y detenida por ’motorizados del Régimen. Y en virtud del fracaso del bulo salen ellos mismos a desdecirse”.

La exlegisladora no había sido vista en público desde hace casi cinco meses. A finales de agosto de 2024 anunció que permanecería en la clandestinidad por una investigación de la fiscalía venezolana en su contra por supuesta instigación a la insurrección y traición a la patria, a raíz de las protestas poselectorales del año pasado.
Machado respaldó la candidatura de González Urrutia, un diplomático que fue embajador en Argentina, luego de que ella misma quedó impedida de participar en las elecciones por una inhabilitación en su contra para ejercer cargos públicos por 15 años. La opositora había triunfado en elecciones primarias con más del 90% de los votos para ser la abanderada opositora en esa contienda.
Durante la marcha opositora, agentes de seguridad bloquearon los s a dos puentes que enlazan la principal autopista que cruza Caracas de este a oeste rumbo a la sede de la Conferencia Episcopal en la barriada de Montalbán, uno de los cuatro puntos donde se concentrarán los simpatizantes de la oposición.
Abundaban a muy corta distancia de los manifestantes agentes de seguridad armados con fusiles y partidarios del gobierno en motocicletas, en general armados. Pese a la tensión en el lugar, sólo hubo intercambios de gritos entre los dos bandos.
Ante las protestas convocadas por la oposición, los seguidores de Maduro llamaron a una marcha a lo largo de una de las principales avenidas del este de Caracas. La ruta de la caminata de los partidarios del oficialismo cruzará por dos de los cuatro puntos de concentración señalados por la oposición.
La noche del miércoles Machado renovó su llamado a la protesta e invitó a los venezolanos a dejar el miedo en el olvido. “Llegó la hora. Hemos anhelado tanto reencontrarnos”, dijo en un video publicado en sus redes sociales. “Esto que tenemos nos lo hemos ganado a pulso, con trabajo, con inteligencia, con la verdad”.
Muchos tienen aun vivo el recuerdo de las protestas del 29 y 30 de julio en rechazo a la proclamación de Maduro como ganador en las que fueron detenidas más de 2.400 personas. Aunque el gobierno anunció en semanas recientes la liberación de 1.515 detenidos, la organización no gubernamental Foro Penal afirma que continúan en las cárceles unas 1.795 personas por “motivos políticos”.
La ciudad de Caracas amaneció con una presencia numerosa de agentes de seguridad y puestos de control armados; los partidarios del gobierno instalaron tarimas en las cercanías de los puntos de concentración anunciados por la oposición, bloqueando calles.
Trujilllo se ubicó como el estado de Venezuela donde han ocurrido más detenciones arbitrarias en las últimas 72 horas, en vísperas de la polémica jura de Maduro.
Entre los detenidos en esta nueva ola de detenciones por parte de organismos de seguridad el Estado se encuentran activistas, dirigentes políticos, defensores de derechos humanos e incluso un excandidato presidencial.
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