El orégano es una planta que se usa mucho en la cocina de varios países del mundo. Pero también tiene en forma de infusión muchos beneficios para la salud. Para qué sirve puntualmente el té de orégano y cómo hay que prepararlo para no perder ningún beneficio.
El orégano tiene muchas vitaminas: A, C, E y K. Es rico en fibra y minerales como el hierro, el magnesio y el potasio. Contiene ácido fólico y calcio. Y como condimento, tiene aceites esenciales como el timol, origaneno o carvacrol, aparte de poseer taninos, ácidos fenólicos y flavonoides.
Todos estos elementos hacen que los médicos lo consideren muy beneficioso para distintas cuestiones de salud, más allá de la ingesta de esas vitaminas y minerales. Así lo certifica un documento publicado por el sitio Medline Plus.
Los beneficios del té de orégano
Como planta aromática, a la hora de poner apenas un poco en una carne, una salsa de tomates, o arriba de la pizza, algo que es muy tradicional, no suma beneficios. Pero si se prepara como infusión y se toma, puede ayudar mucho al organismo en la gama de los remedios caseros.
El té de orégano colabora en reducir las molestias estomacales que se producen tras las comidas como la acidez o el reflujo del esófago. Además, evita el estreñimiento.
También, favorece a la correcta circulación sanguínea, mejorando y regulando la menstruación. Las mujeres pueden tomarlo durante ese período del mes para tener menos dolor e inflamación en la zona uterina.

Reduce la inflamación por contener beta cariofilina. Por esto, es bueno para los casos de osteoporosis y arteriosclerosis. Es muy beneficioso para la piel, ayuda a que las heridas cicatricen antes y reduce las posibilidades de que haya alguna infección.
Afirman, que además produce un efecto relajante, que puede ser bueno para dormir mejor, para calmar la ansiedad y el estado nervioso. Y que es un buen diurético para deshinchar la panza y bajar de peso.
Cómo se prepara el té de orégano
Es muy común tenerlo en la alacena y ponerlo sobre el tomate en la pizza, pero no todo el mundo sabe cómo prepararlo en forma de té o infusión. Pero no es para nada complicado. Aquí, una receta básica para hacerlo.
Ingredientes: agua y un poco de orégano fresco o seco (que se vende en todos los supermercados).
La cantidad de cada ingrediente dependerá de si se quiere preparar para el momento o bien, guardar en la heladera una botellita de té y tener para varios días. En este punto es importante decir que si se deja muchos días puede perder algunas de sus propiedades.
Preparación
Poner a hervir la cantidad de agua que se quiera preparar. Cuando rompa el hervor, añadir las hojas de orégano o el orégano seco. Dejar que haga este proceso durante unos 3 minutos. Luego, retirar del fuego y dejar reposar la infusión al menos 5 minutos.
Se puede tomar más concentrado, para esto hay que dejarlo reposar más de 10 minutos. Colar la infusión bien para que no quede ninguna hojita.
El té de orégano se puede tomar varias veces al día. Lo más indicado es tomar una taza por la mañana y otra por la noche. Pero no más que eso. Si se abusa de esta infusión pueden aparecer algunas molestias y efectos secundarios.

Algunos de estos efectos pueden ser náuseas y vómitos, malestar en el estómago, diarrea, dolor de cabeza, vértigo, fatiga, dolor muscular y dificultad para tragar.
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