En Moonlighting o Luz de Luna, Cybill Shepherd se pone en la piel de Maddie. Ella es una ex modelo de alto perfil que, tras descubrir que su contador la estafó, se queda únicamente con un par de negocios fallidos, entre ellos una agencia de detectives llamada Blue Moon.
Maddie decide llevarla adelante. Para eso, se asocia con el detective David Addison, interpretado por Bruce Willis.
Ella es sofisticada, elegante, inteligente y también controladora y con carácter fuerte.

En contraposición, David tiene una personalidad muy relajada y caótica.
Estas características arman la dinámica y llevan al principal foco de la serie, que es la tensión sexual entre ellos. Las peleas a gritos, las miradas indisimulables y las indirectas eran muestra de esta química.
El diferencial, además, es que los actores hablaban a cámara e involucraban a los televidentes. Eso marcó una innovación y más dinamismo en la narrativa de este éxito que se emitió entre 1985 y 1989. Los diálogos tenían mucho más ritmo y agilidad de lo acostumbrado en la televisión.
El recorrido de Cybill Shepherd
Para Shepherd, esta historia funcionó como su resurgimiento en su carrera.

En ese momento, ya había ganado un Globo de Oro por su participación en la última película Peter Bogdanovich. También había actuado con Martin Scorsese en Taxi Driver. En ese film, interpreta a Betsy, una joven voluntaria de la campaña presidencial del senador Palantine, de quien se enamora Travis, el inolvidable personaje de Robert De Niro. Pero su nombre hacía un tiempo que no estaba asociado a un éxito.
La relación con Bruce Willis
Willis, su contrafigura, era absolutamente desconocido. Solo había participado en algún capítulo de División Miami y trabajaba como barman.

Ni bien comenzaron las grabaciones, quedaron maravillados entre sí. Las razones eran claras. Willis atraía por su carisma, simpatía, sonrisa y poder de seducción, además de sus atributos físicos. Ella, al mismo tiempo, siempre se destacó por su belleza sofisticada.
Sin embargo, con el correr de los capítulos, esa chispa inicial, se volvió competencia y llevó a una rivalidad indisimulable.
Los celos se volvieron ingobernables. Willis, con Duro de Matar, se convirtió en esos años en una súper estrella; y Cybill no pudo recuperar la fama de años anteriores.
El ocaso de Moonlighting
El ambiente de grabación era demasiado tenso. Pero, además, en la tercera temporada los guionistas deciden que los protagonistas concreten una relación sexual.

Fue un error tremendo. El interés por la historia se desplomó y el fin de la serie se volvió inminente. Además, el presupuesto era demasiado alto y eso la tornó inviable.
Cybill Shepherd a los 75 años
Después de Moonlighting, Shepherd siguió su carrera en cine y televisión, pero en ficciones y papeles que no tuvieron tanta repercusión.
Además, en los 90 protagonizó la serie Cybill, basada en su propia historia. Pero terminó abruptamente porque, como retomó una nota del sitio Uppers, no quiso acceder a los pedidos sexuales de Les Moonves, el productor ejecutivo de la cadena, y acusado por abusos en el movimiento Me too.
A principios de 2000, publicó sus memorias con un extenso y evocador título: La desobediencia de Cybill: cómo sobreviví a los concursos de belleza, Elvis, el sexo, Bruce Willis, las mentiras, el matrimonio, la maternidad, Hollywood y el impulso irreprimible de decir lo que pienso.
En 2018, participó en un homenaje a Bruce Willis -una muestra de que las asperezas quedaron en el pasado. También presenta unipersonales con canciones de la serie mítica.
Además, como amplía la nota de Uppers, en estos años se volvió activista a favor del aborto y de los derechos de la comunidad homosexual.
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