Los cítricos son excelentes para disfrutar durante la llegada del verano y las altas temperaturas. Por ello, tener un limonero en el jardín ofrece una buena manera de disfrutarlo, al mismo tiempo que sus frutos aportan una gran cantidad de beneficios para la salud.
Para poder tener un árbol de estas características en el hogar es importante contar con los cuidados que requiere en esta época del año.
Entre sus principales aportes a la salud, los limones aportan vitaminas C (esencial para el sistema inmunológico y la piel) y del complejo B (ayudan en el metabolismo energético), al igual que otros minerales como el potasio (contribuye a la regulación de la presión arterial y la función cardíaca) y el magnesio (clave para la función muscular y nerviosa).

También ofrece un efecto alcalinizante en el organismo, lo que ayuda a equilibrar el pH sanguíneo, y propiedades antibacterianas y antifúngicas gracias a sus compuestos que ayudan a combatir infecciones.
Este cítrico es importante para el cuidado de la piel, ya que la vitamina C y sus antioxidantes permiten tener una piel más luminosa y saludable. Además, estimula la producción de saliva y jugos gástricos, facilitando la digestión.
Los cuidados esenciales para un limonero en verano
¿Cuánto tiempo tardan en aparecer los primeros limones? Un limonero puede tardar entre 3 a 5 años en ofrecer sus cosechas listas para consumir, dependiendo de las condiciones de crecimiento y la variedad seleccionada.

Los cuidados necesarios incluyen riego regular, fertilización, y protección contra plagas:
- Elegir el lugar adecuado: El limonero necesita abundante luz solar para desarrollarse adecuadamente. Se debe elegir un lugar en el jardín donde reciba al menos 8 horas de luz directa al día. Además, el suelo debe ser bien drenado para evitar encharcamientos que puedan dañar las raíces.
- Preparación del suelo: Antes de plantar el limonero, es fundamental preparar el suelo. Hay que asegurarse de que sea rico en nutrientes y tenga un pH ligeramente ácido, entre 6.0 y 7.5. Se aconseja incorporar compost o abono orgánico al suelo para mejorar su estructura y fertilidad.
- Plantación y siembra: Se puede optar por sembrar semillas de limón, aunque la forma más rápida y efectiva de obtener un árbol es adquirir un plantón. Hay que cavar un hoyo lo suficientemente profundo para acomodar las raíces del plantón y ubicarlo en el centro. Es ideal rellenar el hoyo con la tierra removida y compactar suavemente alrededor de la base del tronco.
- Riego: El riego es esencial para el crecimiento del limonero. Durante los primeros meses, se aconseja regar de forma regular para mantener el suelo húmedo pero no encharcado. A medida que el árbol se establezca, se puede reducir la frecuencia de riego, pero hay que asegurarse de que el suelo nunca se seque por completo.
- Fertilización: Los limoneros son grandes consumidores de nutrientes. Aplicar un fertilizante específico para cítricos cada 6-8 semanas durante la temporada de crecimiento para promover un crecimiento saludable y una abundante producción de frutos. Se deben seguir las instrucciones del fabricante para evitar sobrefertilizar.
- Poda: La poda es necesaria para mantener el limonero saludable y productivo. Eliminar las ramas secas, enfermas o dañadas, así como aquellas que crezcan hacia el interior de la copa del árbol. Además, se recomienda realizar una poda ligera a finales del invierno o principios de la primavera.
- Protección contra plagas y enfermedades: Los limoneros pueden ser atacados por diversas plagas y enfermedades. Para evitarlo, se debe inspeccionar regularmente el árbol en busca de signos de infestación y tratar cualquier problema a tiempo.
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