A partir de la reacción adversa a un tratamiento no invasivo, la vida de la súper modelo de los 90 Linda Evangelista cambió para siempre. El hecho ocurrió en 2015. Pero las secuelas y los desafíos que tiene que enfrentar a diario continúan.
Su primera reacción, como contó tiempo después en una nota muy sincera para People, fue encerrarse en su casa. Hasta que advirtió que estaba inmersa en un cuadro depresivo y que debía encarar cambios profundos en su vida.
Desde entonces, Evangelista, como cuenta en la nota de la última edición de Harper’s Bazaar Beauty, sigue en un proceso de sanación, como ella dice, y en tratamiento profesional para intentar reconstruir su autoestima. “Tengo que ir a terapia para poder verme en el espejo. Todavía no me miro. Pero estoy haciendo el trabajo. Estoy tratando de llegar al punto de gustarme, con defectos y todo, y tratar de amarme”, dijo en la nota.
“No me importa cómo envejezco. Solo quiero envejecer. No tiene que ser con gracia. Solo no quiero morir”, agregó en otro tramo de la charla que se publicó online hace unos pocos días.

Además, dedicó unos minutos a reflexionar sobre la tiranía de la belleza y sus mensajes contradictorios.
“Envejecer bien, si es que eso existe, es como caminar por la cuerda floja”, sentenció, y enumeró ciertos mandatos ambiguos. Algunas de las ideas contrapuestas que circulan, de acuerdo su testimonio:
- “Amate, pero soportá el dolor”.

- “No te descuides, pero no te excedas”.
- “Usá tu poder, pero que no se note el esfuerzo”.

- “Seguí con el bótox, pero disolvé el relleno”.
En cuanto a sus actividades laborales, después del shock inicial, volvió a participar en algunos eventos, campañas y producciones fotográficas. Muchas veces, como recurso estético, cubre el cuello y la cabeza con una chalina.
Qué le pasó a Linda Evangelista
Hace diez años, Evangelista se sometió a algunas sesiones de un tratamiento estético llamado criolipólisis de un sistema muy promocionado en ese momento.

El procedimiento la dejó "permanentemente deforme". Esto implicó un cambio en sus facciones y su forma corporal.
El motivo, tal como contó ella, es que desarrolló una hiperplasia adiposa paradójica, también llamada HAP.
Este raro fenómeno -como indica el sitio web del Instituto Avance de Cirugía Plástica- ocurre cuando el cuerpo inesperadamente produce exceso de tejido graso en lugar de eliminarlo.
La misma fuente indica que si bien no se conocen las causas existen algunas teorías posibles. Una de ellas estaría relacionada con que ciertas células grasas serían resistentes a las bajas temperaturas. El cuerpo, ante esta situación, puede sobrecompensar la reproducción celular y generar un exceso de depósitos de grasas.
La segunda opción es la reacción del cuerpo al componente de succión de la criolipólisis, donde la presión negativa estimula el crecimiento de ciertos tipos de células grasas.
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