En el mundo corporativo, la inteligencia emocional se ha convertido en una de las habilidades más importantes y mejor valoradas. Reconocer las emociones de los demás y las de uno mismo ayuda a entablar relaciones laborales más eficazmente.
Trabajar en un entorno en el que impere la inteligencia emocional, aumenta la productividad, la satisfacción y la implicación de los trabajadores, según diversos estudios.
En el caso de los jefes también se valoran estas capacidades. Un buen jefe no solo debe ser capaz de desarrollar estrategias y obtener resultados; también tiene que inspirar, motivar y crear un entorno de trabajo positivo en el que cada uno pueda dar lo mejor de sí.
Los jefes con inteligencia emocional usan palabras que empoderan, reconocen errores y muestran interés genuino. Para tener en cuenta estos aspectos, la psicología y algunos empresarios resaltan las siguientes frases que debe tener un superior:
Según la psicóloga Teresa Amabile, de la Universidad de Harvard, los empleados felices son siempre más productivos y creativos, y la mejor forma de conseguir que se sientan cómodos es haciéndoles sentir que su opinión importa.
Esta sencilla pregunta empodera al empleado, ya que le demuestra que su opinión es importante, como también fomenta la cultura de la colaboración y el respeto, por lo que a partir de esta actitud pueden surgir ideas frescas y soluciones diferentes.
Años atrás, pedir perdón era un símbolo de debilidad, pero hoy en día esta capacidad demuestra humildad, humanidad y una gran capacidad de autoconciencia.
Un jefe que pide disculpas refuerza su liderazgo ganándose la confianza y el respeto de su equipo. Además, demuestra que en el trabajo todos puede cometer errores y que lo importante es aprender de ellos y arreglarlos a tiempo.
Esta frase es efectiva para darle al trabajador confianza, porque no se trata solo de escuchar, sino también de demostrar interés genuino y abrir espacio para que el otro se exprese sin miedo.
Es una forma de obtener claridad sin juzgar, afirma la Dra. Neeta Bhushan, educadora en salud emocional y autora de "Emotional GRIT". Cuando los líderes usan estas palabras, actúan desde la curiosidad y la compasión en lugar de juzgar. Este tipo de comunicación abierta favorece el respeto mutuo y fortalece el sentimiento de pertenencia al equipo.
"Mostrar gratitud y aceptación es una forma infalible de lograr un compromiso positivo y la satisfacción de los empleados", afirma Bhushan.
El reconocimiento es uno de los motores más poderosos de la motivación, y es esencial para que todo el equipo se comprometa con los valores de la empresa.
Mostrar desacuerdo con respeto y dejar la posibilidad al diálogo es la parte más sutil de las artes del líder emocionalmente inteligente. Sin herir sensibilidades ni imponer su visión, con esta frase el jefe puede exponer su perspectiva demostrando un sutil desacuerdo.
“La frase 'Tengo una perspectiva diferente' es una forma más inteligente, emocionalmente hablando, de decir 'No estoy de acuerdo'”, dice Drew Bird, fundador de The EQ Development Group, una organización que enseña a corporativos a manejar sus emociones.
La empatía no se queda en lo profesional. Un líder que se preocupa por el bienestar personal de su equipo construye las bases de una comunidad que se sustenta sobre la confianza y el respeto. Un simple "¿estás bien?" puede marcar la diferencia.
Si un jefe tiene inteligencia emocional, el ambiente laboral es mejor.
Cómo liderar emocionalmente en el ámbito laboral.
La confianza es uno de los aspectos que tiene que tener un jefe con inteligencia emocional.
Invitar al diálogo abierto mejora las relaciones laborales.
