En el corazón de la Puna catamarqueña, a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, se esconde un paraíso natural que parece salido de otro planeta: la Laguna Carachi Pampa. Este espejo de agua, teñido de rojo por los minerales y microorganismos, se encuentra dentro de un cráter volcánico colapsado que le da una forma perfectamente circular y un entorno de paisaje surrealista.
A su alrededor, un salar blanco contrasta con las montañas multicolores y el imponente Volcán Carachi, de casi 4.000 metros. Pero lo que realmente transforma este rincón remoto en un espectáculo inolvidable es la presencia de cientos de flamencos rosados, que convierten el sitio en una verdadera "isla de vida" en medio de un ambiente árido y silencioso.
El lugar es tan impresionante que hasta científicos de la NASA lo investigaron. La zona no solo deslumbra con su belleza, sino que también es un espacio clave para el estudio de la vida en condiciones extremas.
¿Dónde queda y cómo se llega a la Laguna Carachi Pampa?
La Laguna Carachi Pampa está ubicada en el departamento Antofagasta de la Sierra, a unos 30 km del pueblo de El Peñón y a 62 km de la localidad homónima. Desde la capital catamarqueña, San Fernando del Valle, el recorrido implica más de 600 km por ruta asfaltada y caminos de ripio. Se recomienda ir en vehículo 4x4 y, preferentemente, con guía o excursión contratada.
La travesía puede tomar hasta 12 horas, pero cada kilómetro vale la pena. El entorno invita al silencio, a la contemplación y al o con una naturaleza virgen, sin señal, sin servicios, sin ruidos.

¿Qué podés hacer en la Laguna?
- Trekking alrededor del cráter, disfrutando los colores y formaciones geológicas.
- Avistaje de flamencos, incluyendo tres especies: andino, de James y austral.
- Fotografías únicas, especialmente al amanecer o al atardecer.
- Explorar los alrededores, como la Cueva del Cóndor, la Laguna Grande o el espectacular Campo de Piedra Pómez, a solo 60 km.

Un refugio para la vida silvestre y la ciencia
Además de flamencos, la laguna es hogar de vicuñas, zorros andinos y aves típicas de alta montaña. Su valor ecológico es incalculable, y por eso la región es objeto de constantes estudios geológicos y astrobiológicos.
Mirá también
Newsletter Clarín
Recibí en tu email todas las noticias, coberturas, historias y análisis de la mano de nuestros periodistas especializados
QUIERO RECIBIRLO