Lady Di, la recordada Princesa de Gales, no solo dejó una marca en el mundo por su estilo único y su carisma arrollador, sino también por su sensibilidad. Fue una mujer adelantada a su tiempo, comprometida con causas sociales profundas. El legado de la princesa Diana sigue vigente no solo en la memoria del pueblo británico, sino también en pequeños detalles que marcaron su vida personal.
Uno de esos detalles es su amor por las flores. En especial, una especie que la acompañó siempre y que aún hoy se asocia con su figura: las nomeolvides.
Estas flores tienen pétalos azules intensos y una simbología cargada de romanticismo y ternura. De esta forma, se convirtió en sus favoritas luego de recibirlas como regalo de un ser querido. Hoy, a más de 25 años de su muerte, esta flor sigue floreciendo en los jardines que la homenajean.
Nomeolvides: una flor con historia real
La nomeolvides (también conocida como Myosotis) es mucho más que una flor ornamental. Es considerada la flor del amor eterno, del recuerdo profundo y del vínculo que persiste más allá del tiempo. Esta simbología explica por qué Lady Di, tan conectada con la emoción y la memoria, se sintió tan identificada con ella.
Tan importante fue esta flor en su vida, que en fechas clave como su cumpleaños o aniversarios, el príncipe Harry la utilizó como símbolo de homenaje. Incluso, en el Jardín Blanco del Palacio de Kensington, uno de los espacios dedicados a Diana, las nomeolvides son protagonistas del paisaje.

Cómo cuidar las nomeolvides en casa
La buena noticia es que podés tener esta flor real en tu propio balcón o jardín. Acá te dejamos algunos consejos sencillos para cultivarlas en casa:
- Ubicación: preferí lugares con sombra parcial. Aunque toleran algo de sol, el calor extremo puede dañarlas.
- Riego: necesitan humedad constante, pero evitá encharcar la tierra. Lo ideal es un sustrato húmedo pero bien drenado.

- Floración: suelen florecer en primavera y comienzos del verano. Si las cuidás bien, vas a poder disfrutar de sus flores todos los años.
- Multiplicación: se reproducen fácilmente por semillas. Una vez que florecen, dejan pequeñas semillas que podés recolectar y volver a sembrar.
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