El cerebro envejece, pero no todos lo hacen al mismo ritmo. Según el psiquiatra y especialista en salud cerebral Dr. Daniel Amen, hay edades específicas donde el impacto del envejecimiento se hace más evidente. En estas etapas, se produce una disminución del flujo sanguíneo al cerebro, lo que puede afectar funciones clave como la memoria, la atención y la velocidad de procesamiento.
A pesar de que estos picos de envejecimiento son naturales, las decisiones que tomamos cada día pueden ralentizar el proceso y preservar nuestras capacidades cognitivas por más tiempo. El Dr. Amen asegura que ciertos hábitos pueden ser determinantes para mantener el cerebro sano y funcional, incluso en las etapas avanzadas de la vida.
El envejecimiento cerebral tiene momentos clave que influyen en cómo pensamos, aprendemos y recordamos. Esta información fue revelada por el Dr. Daniel Amen, y difundida por Alimente, sección de salud y bienestar del portal español El Confidencial.
Según el neurólogo Amen, existen 3 etapas en la vida del ser humano en el que el cerebro comienza a deteriorarse más rápido de lo habitual.
El envejecimiento es inevitable, pero la forma en que enfrentamos este proceso depende en gran medida de nuestras elecciones diarias. Adoptar un estilo de vida consciente y saludable puede marcar una diferencia significativa en cómo vivimos nuestras etapas más avanzadas, demostrando que nunca es tarde para invertir en la salud de nuestro cerebro.
El Dr. Amen recomienda prácticas simples pero efectivas para mantener el cerebro joven y en forma. Aunque cada persona es diferente, hay estrategias que benefician a todos:
El exceso de alcohol acelera la atrofia cerebral, especialmente en el hipocampo, una región clave para la memoria. Un estudio de la Universidad de Oxford mostró que incluso un consumo moderado puede tener efectos negativos en esta área.
El ejercicio no solo fortalece el cuerpo, también estimula la mente. Deportes como el tenis de mesa destacan por su capacidad para mejorar la atención y generar nuevas conexiones neuronales.
Los ácidos grasos esenciales, presentes en alimentos como el salmón, las nueces y las semillas de lino, fortalecen las membranas neuronales y mejoran la comunicación entre las células del cerebro. Esto contribuye a una memoria más aguda y a una mejor capacidad de aprendizaje.
Resolver acertijos, leer sobre temas nuevos o aprender un idioma son actividades que ayudan a mantener el cerebro activo y adaptable.
Aunque a menudo se subestima, el descanso adecuado es esencial para procesar y almacenar recuerdos, además de eliminar toxinas acumuladas durante el día.
Más allá de los consejos específicos, es fundamental entender que cuidar el cerebro requiere un enfoque integral. La interacción social, la gestión del estrés y la curiosidad intelectual son pilares fundamentales para mantener una mente sana.
El cerebro alcanza momentos clave de envejecimiento a los 57, 70 y 78 años, según el Dr. Daniel Amen. Foto: Pexels.
El consumo moderado de alcohol puede acelerar la atrofia del hipocampo, según estudios de la Universidad de Oxford. Foto: Pexels.
