La encarnación del mal, según el cristianismo, tiene nombre: Satanás. Es la personificación de todos los males y pecados, y el responsable de extender la oscuridad en el corazón de hombres y mujeres.
En síntesis, Satanás intentó usurpar el lugar de Dios. Mencionado varias veces en la Biblia, aparece como un adversario que pone a prueba la fe de los creyentes, un ser maligno que trata de corromper a toda la humanidad.
A lo largo de los siglos, la figura de Satanás o Lucifer ha sido objeto de re interpretaciones que han enriquecido su mitología. En la literatura apócrifa, como el Libro de Enoc, se le describe como el ángel más bello y poderoso creado por Dios, quien, debido a su orgullo, se rebeló contra su creador.
Pero Lucifer no era el único ángel caído del paraíso. Había otros ángeles caídos que también se rebelaron contra Dios.
Los ángeles caídos del paraíso: quiénes fueron y cuántos eran

Un artículo de Muy Interesante dice que “la historia de estos ángeles caídos se construye a partir de distintos autores, relatos y debates que han ido surgiendo a lo largo de los siglos”.
Añade que, curiosamente, “estos demonios apenas son mencionados en la Biblia y que Lucifer, el que más protagonismo tiene, aparece poco más de cincuenta veces entre los dos testamentos y muchas veces de forma confusa”.
“La fuente más completa que se tiene sobre los ángeles caídos es el Libro de Enoc, escrito entre el siglo IV a.C. y el siglo I a.C. por un supuesto antepasado de Noé”, agrega el artículo.
En el Libro de Enoc los ángeles caídos eran los Vigilantes, o Grigori, seres celestiales que Dios había enviado a la Tierra para proteger a los seres humanos en sus primeras etapas. El o directo con la humanidad llevó a estos ángeles a contradecir los mandatos divinos.
“Algunos fueron acusados de haber revelado secretos a los hombres que no debían conocer y otros de haber caído en el pecado de la lujuria al haber mantenido relaciones con mujeres y haber concebido a los Nefilim, gigantescos híbridos de humano y ángel”, explica Muy Interesante.
Ante esta afrenta Dios expulsó a los 200 Vigilantes del Paraíso con la ayuda del arcángel San Miguel. Los Vigilantes le habían enseñado a los seres humanos el arte de la guerra, la fabricación de armas, la astrología, la meteorología, además del uso de hierbas y raíces.
Lucifer, el ángel más poderoso de los ángeles, también fue expulsado debido a su soberbia y su deseo de igualarse a su creador. Según el Libro de Enoc, la desobediencia y el orgullo pueden llevar a la caída de incluso los seres más elevados.

Los Vigilantes tenían a 20 líderes que fueron los principales incitadores a cometer pecados. El más importante es Semyazza, líder supremo de los Grigori que convenció a los demás de que debían tener relaciones con las mujeres.
Otro de los líderes destacados es Belcebú, uno de los principales enemigos de Dios. Identificado como el propio Satanás o como uno de sus lugartenientes más poderosos, está totalmente ligado a la rebelión de los ángeles caídos. “Es un ser maligno que busca corromper a la humanidad y desafiar la autoridad divina”, dice Muy Interesante.
Menciones en La Biblia

El sitio especializado en temas religiosos The Cross Talk, señala en un artículo que "El concepto de ángeles caídos es uno que ha intrigado a teólogos, eruditos y creyentes durante siglos. La Biblia proporciona varias referencias a estos seres espirituales que una vez sirvieron a Dios pero eligieron rebelarse contra Él. Entender quiénes son los ángeles caídos implica profundizar en varios pasajes de las Escrituras, examinar sus roles y explorar las consecuencias de su rebelión".
El término "ángeles caídos" se refiere principalmente a aquellos ángeles que siguieron a Lucifer en su rebelión contra Dios. Lucifer, también conocido como Satanás, fue originalmente un ángel de alto rango. El profeta Isaías ofrece un vistazo a la caída de Lucifer en Isaías 14:12-15:
"¡Cómo has caído del cielo, lucero de la mañana, hijo de la aurora! ¡Has sido derribado a la tierra, tú que una vez derribaste a las naciones! Dijiste en tu corazón: 'Ascenderé a los cielos; levantaré mi trono por encima de las estrellas de Dios; me sentaré en el monte de la asamblea, en las alturas más extremas del monte Zafón. Ascenderé por encima de las cumbres de las nubes; me haré semejante al Altísimo.' Pero has sido derribado al reino de los muertos, a las profundidades del abismo."

El Libro de Apocalipsis, en el final del Nuevo Testamento de La Biblia, también habla de la caída de Lucifer y sus ángeles. Apocalipsis 12:7-9 describe una guerra en el cielo:
"Entonces estalló una guerra en el cielo. Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón, y el dragón y sus ángeles lucharon. Pero no fueron lo suficientemente fuertes, y perdieron su lugar en el cielo. El gran dragón fue arrojado abajo, esa antigua serpiente llamada el diablo, o Satanás, que engaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra, y sus ángeles con él."
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