Redacción Clarín
Hay abuelas, hay madres, hay tíos y hay hijos. Hay un grupo de brasileñas, en la Feria del Libro Infantil y Juvenil, que hablan poquísimo español, que no entienden lo que pasa hasta que reconocen a la nena-caricatura en el stand de Ediciones De la Flor, y a su autor, y compran un ejemplar porque el propio está en casa, y deletrean su nombre en una hoja para que Quino, el dueño de todas las miradas, les firme el libro.
Ayer, el autor de Mafalda firmó unos 300 ejemplares: una hora antes de que llegara al stand ya había cola y a medida que sus lectores llegaban a la mesa, Quino los recibía afectuoso, con marcador en mano y el reglamentario vaso de cerveza fría a su derecha.
“¿Cómo te llamás">