Pasar las vacaciones en Mar del Plata es una forma de reencontrarse con los veraneos de la infancia. Y en ese viaje nostálgico no hay vehículo más ¿poderoso que la comida. En tiempos en que se imponen formatos foráneos, la querida pizza a la piedra es un baluarte de nuestra memoria emotiva.
Sobre todo si la comemos en la misma pizzería que hace 30, 50 o 70 años. Hablamos de "Pedrito, el Rey de la pizza a la piedra" adonde los habitués vuelven siempre con la seguridad de reencontrar el mismo horno a leña, las mismas recetas y las mismas caras detrás del mostrador.
Es que desde 1952, tres generaciones de la misma familia estuvieron a cargo de este local donde no hay entradas, postres, ni siquiera fainá: sólo pizza de masa finita y crocante y con cubiertas clásicas. Un producto simple y noble que no defrauda nunca.
Cómo empezó Pedrito, el rey de la pizza a la piedra
Las historias de los locales gastronómicos más tradicionales siempre están vinculadas a la de la inmigración en Argentina. Y este caso no es la excepción. Los protagonistas son Pedro Vento y su esposa Josefa Amendolia, doña Pina, que llegaron de Messina (Italia) después de la segunda guerra.
Corría la década del 40 y Mar del Plata explotaba: era la ciudad balnearia por excelencia y estaba en expansión. Pina era una gran cocinera que empezó haciendo comida para los trabajadores de la zona. El sueño del local propio se cumplió en 1952, cuando Pedrito abrió sus puertas como marisquería y pizzería.

Todavía en las vigas del cielorraso del salón se ven algunas de las sugerencias de entonces: vermichelli al mejillón, langostinos al gusto y lasagnas a la siciliana. Platos que ya no forman más parte de la carta de esta pizzería purista como pocas.
Qué comer en Pedrito, el rey de la pizza a la piedra
Hoy la pizzería está en manos de Esteban, uno de los nietos de Pedro que decidió capacitarse en gastronomía, incluso con experiencias en España. Es quien recibe a los clientes, que en muchos casos son hasta la quinta generación de una familia de habitués.

Por eso no puede faltar una variedad clásica como la "Pedrito", que con salsa de tomates, morrones, cebolla y mozzarella, perejil y orégano, sobre una masa elaborada "con algún secreto", completa los colores de la bandera de Italia ($ 22.000).
Además de las clásicas, la "Cuatriple", con salsa de tomate y doble mozzarella ($ 20.000); la "Real con jamón", con jamón y morrones ($ 22.000); de anchoas y tomate ($ 18.000), que también puede pedirse "Triple", con muzzarella ($ 20.000), hay que tener en cuenta las especialidades, como las de palmitos, la de champignones frescos o las de provolone y roquefort. La fugazza puede ser con o sin mozzarella.

Es importante saber que no se toman reservas, ni por redes ni por teléfono -no tiene-; en temporada alta abre todos los días, en baja de jueves a domingo.
Pedrito, el rey de la pizza a la piedra. Salta 301, Mar del Plata. IG: @pedrito_pizzeria.
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