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      Hacer click para escapar de la violencia de género

      “Los hombres son borrachos y golpeadores", define Lorena Maurin antes de entrar a su curso de computación, un oasis para las mujeres del barrio 22 de Enero de Ciudad Evita, localidad cercana a Capital Federal.

      Hacer click para escapar de la violencia de géneroCLAIMA20150325_0921 Germán García Adrasti Mujer
      Redacción Clarín

      El taller se dicta en un galpón junto a la capilla Santa Clara de Asís en un asentamiento paupérrimo de Ciudad Evita, a 20 kilómetros al oeste de Bueno Aires, en el distrito más populoso de su extrarradio. "A los de Ciudad Evita no nos cuentan. Somos los piojos del rodete de Evita", ironizó la monja católica Norma Santa Cruz, coordinadora del programa que acerca las herramientas de la tecnología a mujeres víctimas de violencia.

      La localidad toma su nombre de Eva Duarte (1919-1952), esposa de Juan Domingo Perón y quien desde la llegada por primera vez de su marido a la Presidencia, en 1946, y hasta su muerte, promovió los derechos laborales y de las mujeres.

      Las religiosas de la capilla trabajan hace 15 años con "población vulnerable" y, en este barrio, ese grupo está integrado fundamentalmente por mujeres, niños y niñas que crecen en un ambiente de violencia, reveló Santa Cruz. Una veintena de mujeres que ya tenían o con la capilla, por llevar a sus hijos a participar en diferentes actividades educativas o recreativas, fueron convocadas este año a participar en un curso de computación. Y así arrancaron. "Las citamos para eso porque si les decíamos que era por la violencia no hubieran venido", confesó Santa Cruz. La meta es que tengan una dirección de correo electrónico, un blog o una página en Facebook, para usar la red social y vincularse con otras mujeres, en un aprendizaje que reconstruya –o construya- su autoestima.

      El plan, financiado por la red no gubernamental e internacional Asociación para el Progreso de las Comunicaciones, se llama "Dominemos la tecnología. Tomar el control de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) para eliminar la violencia contra las mujeres". En Argentina, funciona en Ciudad Evita y en otra población de la oriental provincia de Buenos Aires, y en las de Misiones, Formosa y Santiago del Estero, todas en el noreste.
      En Formosa aprenden computación y participan en talleres sobre violencia. "Acá la violencia se expresa en lo familiar pero también en la trata de personas, porque es una zona vulnerable, de frontera (con Paraguay)", dijo Elsa Gómez.

      Gómez es coordinadora de la organización Ñandé Roga Guazú (Nuestra Casa Grande en guaraní), donde las mujeres se afanan estas fechas en producir videos y volantes para la campaña del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el jueves 25, que abre una quincena de actividades mundiales contra la violencia de género.

      En Ciudad Evita difícilmente logren algo similar este año, pero cualquier excusa es buena para remover esa violencia naturalizada. Durante la tarde que IPS compartió con siete asistentes al curso de computación, a todas ellas les resultó difícil identificar a un hombre que no fuera como su marido. "Todos son así. Tuve cantidad de padrastros borrachos y golpeadores, y no quiero eso para mis hijos", declaró Maurín, una joven trabajadora de 29 años, con dos hijos y un marido que cuando sale de noche los fines de semana, se emborracha y se pone violento. "Mis hijos ya saben que, si sale, va a volver a la mañana borracho y viven asustados. Pero me dice: ‘¿de qué te quejas">