La psicóloga María Federica Otero (55) y la abogada Carolina Videtta (40) suman en su trayectoria como referentes en temas de adopción más de una decena de artículos y publicaciones en revistas especializadas. Hace seis años crearon una Diplomatura Interdisciplinaria en Adopciones en la UIA, que aún dirigen y coordinan, respectivamente. Ahora, con su segundo libro en coautoría, Quiero adoptar: cómo construir la parentalidad adoptiva. Acompañamiento psicojurídico (Ed Noveduc), esperan acercar herramientas claras al público en general, y no solo a los profesionales.
A lo largo de siete capítulos, el libro le narra a un lector adulto cómo es el proceso en el que está por embarcarse. La obra desmitifica por completo el viejo relato que retrataba a la adopción como una “solución” para aquellos que “no podían concebir”. Reivindicando el derecho a constituir una nueva familia, cada cual con sus particularidades, las especialistas formulan preguntas, ofrecen ejemplos y abordan las dudas y los temores más frecuentes para quienes quieran entender las complejidades de los procesos adoptivos.
En diálogo con Clarín, las autoras explicaron por qué consideran que “todavía nos falta mucho entender como sociedad qué es la adopción”, cuál es el nuevo paradigma sobre el que se centran los procesos adoptivos y por qué no es lo mismo querer ser padre/madre a querer convertirse en padre/madre adoptivo/a.

“Todavía nos falta mucho para entender como sociedad qué es la adopción”
— ¿Por qué decidieron hacer este libro, de divulgación, y no para un público especializado?
— Federica: Somos muy académicas, pero todavía hay un vacío en la Argentina en la transmisión de los conceptos fundamentales de la adopción. Sobre todo, que llegue a inscribirse al Registro de Adoptantes quien realmente entienda qué es la adopción. Tenemos un objetivo profesional: prevenir los procesos excluyentes.
Los “procesos excluyentes” —mal llamados “desvinculaciones” o “devoluciones”— son aquellos en los que la familia adoptiva en ciernes decide terminar la vinculación con una niña, un niño o adolescente. Las especialistas advierten que se trata de “una de las situaciones más violatorias de derechos humanos de niños, niñas y adolescentes en situación de adoptabilidad”. Chicos que, no solo vuelven a un hogar de cuidados, también sufren, una vez más, un terrible abandono.
—Federica: Después, está el acompañamiento que proponemos en el libro, no solamente con información psico-jurídica, sino también en las diferentes etapas. No había hasta ahora ningún libro dirigido a personas que quieran adoptar o que ya estén en procesos adoptivos que les pueda hablar desde basamentos jurídicos y psicológicos serios, pero para que lo entienda todo el mundo.
— Carolina: Tenemos mucho o con los Registros de Adoptantes, con los grupos de familias, con ONGs, y siempre nos preguntaban dónde podían leer algo sobre la adopción que no sea académico. De hecho, la idea es que quien lea este libro también pueda autointerrogarse, autointerpelarse.
¿Qué es la adopción? Videtta y Otero destacan la definición legal en su obra. La adopción es una institución jurídica que tiene por objeto proteger el derecho de NNyA a vivir y desarrollarse en una familia que le procure los cuidados tendientes a satisfacer sus necesidades afectivas y materiales, cuando éstos no puedan serles proporcionados por su familia de origen.

— En el primer capítulo hacen una distinción entre el deseo de parentalidad y el deseo de parentalidad adoptiva. Derriban esa creencia de que es lo mismo ser papá/mamá de alguien que engendrás a convertirse en uno a través de la adopción y ofrecen una pregunta clave a los lectores: “¿Quiero ser mamá o papá de alguien que tiene su propia historia?”
— Carolina: Sí, nos interesaba poder desterrar esta idea que está muy arraigada en nuestra sociedad de la adopción "salvacionista", que tiene el foco puesto en los adultos, cuando, efectivamente, hay que poner el foco en que la adopción tiene que ver con restituir el derecho a la vida familiar que titularizan los niños, niñas y adolescentes. Por eso también incorporamos en un capítulo a este “niño” que habla, para decir: ‘Estos son los sujetos, con estas particularidades y estas historias, son los niños reales de carne y hueso que tenemos en situación de adoptabilidad en nuestro país’.
El capítulo que menciona la abogada y autora es el tercero, que se titula: “Como voy a ser tu hijo/a, quiero hablarte de mí, ¿puedo?”. A través de Pablo, una figura de un chico en situación de adoptabilidad, se simula una carta dirigida a sus posibles adoptantes en la que conocemos los miedos, las expectativas y parte de la historia que atraviesan niños, niñas y adolescentes. “Yo te voy a pedir un favor. Yo sé que vos me vas a cuidar y realmente voy a ser tu hijo, pero por favor no te olvides de todas las cosas que tuve que pasar”, se lee en una parte de la carta.
— ¿Pablo es un caso real, un chico que escribió directamente esa carta o es un material que elaboraron?
— Federica: No es un Pablo real, sino es una conjunción de varias situaciones reales. Lo que queremos marcar es que el niño o la niña no solo sea el principal protagonista del proceso, sino ir más allá. Tiene que ver con centrarnos realmente en qué es lo que necesita ese niño/a, que solamente es él/ella quien nos puede decir cuáles son sus miedos, cuáles son sus dificultades, cuál es la significación que le va dando a ese propio proceso adoptivo.

— En el libro explican que el niño, niña o adolescente que está en situación de adoptabilidad vive una puja entre su historia personal, con la familia de origen, y la expectativa frente a la posibilidad de una nueva familia: mamá(s), papá(s) desconocidas. ¿Cómo puede hacerse esa contención?
—Federica: Ese acompañamiento debe centrarse en que el adulto siempre es el responsable de incorporar a ese niño o a esa niña tal cual es, no es que el niño tiene que adaptarse a ellos. ¿Qué pasa? Si un niño o una niña o un adolescente está en situación de adoptabilidad es porque ha pasado por situaciones muy crueles en su vida, si no, no está en situación de adoptabilidad. Psicológicamente, cuando nosotros tenemos deprivaciones, cuando tenemos traumas, sufrimientos muy significativos, eso tiene que ser elaborado en algún momento. Tienen que ver con situaciones que hacen a nuestra autoestima, a los primeros cuidados, al primer amor recibido o no recibido.
Federica: —Entonces, de alguna manera, cuando ese niño/a ingresa a una familia lo esperable es que se "reedite" eso, como se dice psicológicamente, que aparezca eso en comportamientos, en sensaciones, en vivencias y demás. Y, más importante, está muy bueno que aparezca, porque si no aparece se reprime y no se soluciona. Si aparece, se elabora y se sana aquello que estuvo sufrido.
¿Y cómo se sana? A través de los nuevos vínculos saludables. ¿Cómo te vas a sentir querido? Siendo querido. ¿Cómo te vas a sentir a cuidado? Si tenés la experiencia de ser cuidado. Por eso hacemos mucho hincapié en definir qué es el proceso de adopción y en saber si ese adulto tiene las capacidades parentales adoptivas (no solo la predisposición material, sino psicoafectivas y vinculares) para poder enfrentar esto. Si entendés que ese NNyA tiene un padecimiento muy significativo, podés empatizar en consecuencia y podés darle esos vínculos y esas experiencias que no tuvo en su corta edad.
En la conversación, a la psicóloga y autora le cambia la voz mientras explica un proceso tan complejo como maravilloso: autopercibirse hijo/a de alguien, por un lado, y autopercibirse papá o mamá de ese niño/a. Empezar a sanar gozando del derecho a tener una familia amorosa y comprensiva.
Cómo adoptar: dudas, temores y lo que dicen las estadísticas
A marzo de este año, las estadísticas del Registro Único de Adoptantes muestran una tendencia que se ha mantenido desde hace varios años: la disponibilidad adoptiva de los solicitantes disminuye drásticamente conforme aumenta la edad de los chicos. Más de un 80% de solicitantes afirman estar dispuestos a adoptar bebés de hasta 3 años, para infantes de 9 años, disminuye a un 9% y, para adolescentes de más de 13 años no alcanza el 1% de los adultos solicitantes.

Al respecto, la abogada Carolina Videtta destaca la importancia de comprender que, detrás de un chico en situación de adoptabilidad “hay una familia que no pudo o no quiso asumir sus cuidados, pero que forma parte de la historia de ese niño/a”. Esto, subraya, constituye un pilar en su derecho a la identidad:
—Con estas estadísticas se confirma nuestra hipótesis de trabajo: todavía nos falta mucho entender como sociedad qué es la adopción porque, en definitiva, se sigue reproduciendo lo que llamamos “el viejo paradigma”, que se centraba en pensar la adopción para darle un hijo a los adultos. El cambio de paradigma implica repensar a la adopción centrada en los niños/as y adolescentes y entendiendo que es la manera de restituir a los niños su derecho a vivir en familia.
A partir de la reforma del Código Civil y Comercial, de 2015, los NNyA son de forma inequívoca los protagonistas del proceso adoptivo. A partir de los 10 años tienen que prestar el consentimiento para ser adoptados/as. En el libro, hay decenas de datos y situaciones que se explican en detalle narrando cada parte del proceso. Al final, las autoras presentan un glosario y un ping-pong con las dudas más frecuentes: ¿qué pasa con el apellido del NNyNA?, ¿quiénes pueden adoptar?, ¿puedo adoptar a mi nieta/o, o a mi hermana/o? (que no se puede), etc.

A pesar de los desafíos que existen, las autoras también reconocen los progresos en el ámbito de las adopciones en los últimos años con el cambio de la normativa. Aplauden y señalan en su libro, por caso, el reconocimiento que hace la ley de la diversidad familiar: no solo pueden adoptar personas solas o matrimonios, sino que se suma la posibilidad de que lo hagan ambas/os integrantes de una unión convivencial, sin importar si son del mismo o de distinto sexo.
Además, resaltan "la presencia de equipos interdisciplinarios en los juzgados como un factor imprescindible. "Ya todos los juzgados saben que el equipo interdisciplinario es fundamental, que puedan hacer un ambiente amigable y contenedor para que aquella persona que quiera adoptar pueda hacer todas las preguntas".
Videtta precisa que en agosto de este año se cumplen 10 años de la modificación del nuevo Código Civil y Comercial, modificado en materia de adopción. A propósito de ello, reflexiona: "Podríamos preguntarnos: '¿solucionó los problemas que teníamos en materia de adopción?' Algunos sí, otros no, hay que seguir trabajando. Corriéndonos de lo estrictamente normativo, una ley, por más perfecta que sea, por sí sola no va a modificar la realidad. A esa ley le vamos a tener que sumar políticas públicas, presupuestos, operadoras y operadores que estén capacitados en esas normativas para poder aplicarlas".
Además, si las pretensiones de los adultos dispuestos a adoptar se contraponen con la realidad, las expertas subrayan la importancia de que haya información accesible y rigurosa sobre el proceso. Para ello, indican, las reuniones informativas que se dan en los Registros Adoptantes previas a la inscripción también son fundamentales. Ambas esperan que el libro se convierta en "una herramienta clave para ese proceso".
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Redactora en las secciones de Familias, Relaciones y Astrología. [email protected]
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