Ex bailarina del Teatro Colón, retirada en 1986, Lidia Segni acaba de asumir como directora de esta compañía. Es la tercera persona que pasa por el cargo en apenas doce meses, pero confía en su capacidad de trabajo: ha estado en muchas compañías de ballet -aquí y en el exterior-, entre ellas el Ballet Argentino de Julio Bocca y el Ballet del Teatro Argentino de La Plata. Sin duda, Segni ocupa el nuevo cargo en condiciones extremadamente penosas y difíciles, no solo para el Ballet sino para el Colón en conjunto. ¿La asusta esta responsabilidad?No, creo que es algo por lo que vale la pena luchar. De distintas maneras conozco a casi todos los bailarines: o como maestra o como compañera -algunos entraron cuando yo me estaba retirando- e incluso un grupo más joven viene del Ballet del Teatro Argentino de La Plata, donde fui directora. Una de las metas que me propongo es aumentar el número de funciones anuales.Este es un mal ya crónico y agravado aún más en los últimos tiempos. Para esta temporada se anunciaron menos funciones todavía.Es cierto, serán en total diez: tres de El corsario, tres de Don Quijote, tres de Cascanueces y una con un programa de obras de Mauricio Wainrot, que se hará en un lugar al aire libre. Son pocas funciones porque la sala que se va a utilizar este año, la del Teatro Coliseo, habrá que compartirla con el resto de los cuerpos estables. Pero estamos en tratativas para retomar el ciclo "Vamos al Colón", y por otro lado quiero concretar giras al interior; tenemos muchas invitaciones. ¿Cómo eligió los títulos para 2009?Afortunadamente logré que viniera una coreógrafa canadiense para que monte aquí la versión completa de El corsario, la misma que ya hizo en el American Ballet Theatre. Por otro lado elegí un programa con obras de Mauricio Wainrot; considero importante que los bailarines puedan interpretar al menos una vez por año un repertorio contemporáneo o neoclásico. Y respecto de Don Quijote y Cascanueces, ya estaban previstas por la dirección anterior y me pareció bueno respetarlo.Una versión de "El corsario" completo se vio en el Colón en 1999. El vestuario y la escenografía fueron hechos en los talleres del Colón; ¿son los que van a usarse ahora? Porque no se sabe en qué condiciones está el patrimonio del Colón desde que el Teatro se cerró.Me notificaron que está guardado en contenedores y que está en buenas condiciones. La elección de los maestros de la compañía es parte de su responsabilidad. ¿Qué planes tiene al respecto? Quiero que lo que viene funcionando, continúe. Sé que gran parte del cuerpo de baile estaba muy contento con la maestra rusa Tatiana Fesenko. No la conozco y de hecho hoy voy a verla por primera vez. Pero me dijeron que es muy buena maestra y ensayista. ¿Cómo no vamos a seguir con ella? Y en general, para los proyectos que tengo, espero tener el tiempo de cumplirlos. Aquí el gran problema son los tiempos. Si alguien se pone al frente del Ballet del Colón pero está sólo seis meses, es muy poco lo que podrá hacer.
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