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      ¿Por qué los jóvenes boicotean la IA en la empresa?

      • Un estudio afirma que el 41% de los empleados más jóvenes sabotean la estrategia de IA de su empresa
      • Lo curioso es que el 77% de los empleados se define como potencial campeón de la IA

      Acá va el tópico a riesgo de ser aburrido: el futuro está en manos de los jóvenes. La generación millennial y la generación Z son nativas digitales, adaptables, creativas, y, por supuesto, grandes aliadas para cualquier proceso de transformación tecnológica. Y sí, lo son. Hasta que les das una herramienta de inteligencia artificial corporativa. Entonces, a veces, te queman el plan de adopción desde dentro.

      Según el estudio de la consultora Writer titulado Generative AI adoption in the Enterprise, el 41% de los empleados más jóvenes está saboteando activamente la estrategia de inteligencia artificial (IA) de su empresa. ¿Cómo? Desde ingresar datos falsos, hasta negarse a usar las herramientas que les ofrece la empresa o, directamente, ignorar las formaciones ofrecidas. Esto no es una resistencia pasiva al cambio, es una especie de insurgencia digital silenciosa pero efectiva. Y lo mejor (o peor): muchos de estos saboteadores lo reconocen abiertamente.

      La razón no es simple rebeldía. Es algo más sofisticado, y más preocupante. Muchos de estos jóvenes trabajadores desconfían del uso que sus empresas están dando a la IA. Temen que les sustituya, consideran que las herramientas son de baja calidad o, simplemente, que su uso añade más carga de trabajo en lugar de facilitarla.

      Lo más curioso es que, a pesar del sabotaje, el 77% de los empleados se define como campeón o potencial campeón de la IA dentro de su organización, modestia aparte. ¿Qué está pasando? Lo que pasa es que hay deseo, hay energía... pero, pero, pero quizás falta un enfoque inclusivo, herramientas robustas y, sobre todo, una narrativa menos paternalista. Porque cuando una generación entera prefiere boicotear tu sistema antes que adaptarse a él, el problema no son ellos. Es la manera desde arriba en la empresa de implementar el cambio.

      Siendo positivos, en el fondo estos empleados rebeles no deberían ser vistos como una amenaza, sino como una auditoría encubierta. A lo mejor te están haciendo un favor. Te están diciendo, alto y claro, que el traje digital que estás imponiendo no les queda bien. No es cuestión de pedir más compromiso, sino de rediseñar el traje con ellos, no para ellos.

      Cuidado con seguir pensando que tener muchos jóvenes en la plantilla es garantía de innovación. A veces, es garantía de sabotaje si no se gestiona bien. Y como anécdota para cerrar que no sé si es verdad pero queda bien: en 2004, un joven becario de una empresa tecnológica fue despedido por proponer automatizar tareas repetitivas con scripts. Hoy, ese mismo joven dirige su propia startup de IA. Moraleja: los jóvenes no están contra la IA. Están contra perder el tiempo con la tuya.


      Sobre la firma

      Pablo Foncillas
      Pablo Foncillas

      Columnista de la sección Economía

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