Frente a compras racionales de lo justo y necesario, ya sin stockeo, crece la búsqueda de ahorro en múltiples canales de venta y se recalienta la guerra entre supermercados, mayoristas, autoservicios y almacenes barriales por quién ofrece mejor precio y descuento.
Con la estabilización de la economía, las compras vuelven a tener más periodicidad, diferente a 2023, cuando la inflación generó la sensación de que “la plata quemaba” y se anticipaban consumos. Según un relevamiento de NaranjaX, el 62% se abastece para una semana, el 18% para un mes, el 16% hace reposición diaria y un 4% adelanta compras para unos meses.
Para Kantar World, “desde 2024 se consolida la omnicanalidad”. “En 2025, más del 70% de los hogares realiza compras en cuatro o más canales”, señaló Paulina Argimon, manager de la firma.
En esa pelea por captar a un consumidor que compara permanentemente, y en la que influye la dispersión de precios y el fin de las políticas de control, los comercios adoptan estrategias de la competencia para ganar mercado. Por eso, los analistas hablan de un consumo “difuso”.
Con diferencias que llegan al 90% en el mismo producto en distintos puntos de venta, según NaranjaX, el 48% dice encontrar en hipermercados el mejor precio por artículo unitario –sin promociones–, seguido por un 26% que respondió que lo hace en mayoristas, un 12% en chinos, un 8% en comercios de barrio, un 4% en autoservicios y un 2% en tiendas de descuentos.
El mismo orden se repite en donde encuentran mejor oferta y descuento. La mayoría (52%) coincide en que supermercados es donde más los aprovecha. Le siguen mayoristas (29%), chinos (7%), comercios de barrio (6%), autoservicios (4%) y tiendas de rebajas (2%).
Al respecto, Osvaldo del Río, titular de la consultora Scentia, destacó que los súper apuntan a la venta por volumen y la compra directa a empresas de consumo masivo. Sin intermediación de distribuidores y mayoristas, la baja de costos les permite negociar mejores precios, especialmente en categorías como bebidas y lácteos, cuyas logísticas los abastecen directamente, explicó. A esa estrategia, se suman cada vez más descuentos con bancos y billeteras virtuales, además de los de sus programas de fidelidad.
Al respecto, indicó que la diferencia de precios actual entre súper y comercios de barrio es de 23%, considerando que los primeros representan cerca del 40% de la venta total al consumidor final y los segundos concentran más del 50%, entre 20% de almacenes y 30% de autoservicios.
Sin embargo, aclaró que “el consumo está más difuso” y “ganan relevancia los almacenes (el canal tradicional), que en determinados productos ofrecen precios más bajos”. “Ocurrió en 2002 y 2003, tras la crisis de 2001, cuando surgieron los súper orientales. Hoy, se hace una compra justa de lo necesario para istrar el presupuesto y no gastar de más”, señaló, aunque opinó que “es coyuntural, porque en cuanto puede el consumidor vuelve al súper” y “hay que considerar que en el Interior los negocios de barrio tienen más peso”.
Las cadenas también buscan asemejarse a los mayoristas con formatos como Carrefour Maxi o Punto Mayorista del Grupo De Narváez (GDN) –dueño de Changomas–, así como también a negocios barriales con la mayor apertura de formatos de proximidad.

Por su parte, Fernando Savore, vicepresidente de la Federación de Almaceneros de la Provincia de Buenos Aires, resaltó que trabajan con las empresas para ofrecer precios más accesibles. “El foco es el descuento por unidad, no en la segunda, como hacen los súper”, reveló.
Según del Río, los mayoristas tienen un 10% de diferencia de precio versus los súper, aunque “la compra familiar es para el que puede”, itió Armando Eugenio Farina, vicepresidente de Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (Cadam), y reconoció que “la reposición se hace en el comercio barrial, a donde también va el consumidor con el salario más afectado: el trabajador informal”.
Por eso apuntan a la venta minorista. Del 19 al 25 de mayo, realizarán el Black Mayorista, con un descuento promedio de 40%. En ese sentido, mencionó que buscan ofrecer el precio más bajo por unidad. “Además de consumidores finales, nos compran comerciantes que elijen el proveedor más conveniente. Por eso, más que brindar descuentos, todo lo volcamos a precio”, puntualizó.

“La tendencia a comprar en nuestros salones se acentúa: el consumidor hace rendir más sus ingresos sin llevar grandes cantidades. La venta está levemente por encima del año pasado en volumen, aunque por la sustitución y elección de marcas alternativas, la facturación está igualada”, comentó Jean Poccard, presidente de la Cámara de Supermercados Mayoristas (Casma).
Al respecto, Argimon agregó que “los roles de los canales están más superpuestos: mayoristas y almacenes ganan relevancia con promociones más sólidas y la creciente incorporación de medios de pago electrónicos, lo que históricamente diferenció al canal moderno (súper e híper), sumado a que mayoristas también están ofreciendo más disponibilidad de marcas y rangos de precio”.
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