La agenda de sustentabilidad sigue siendo un eje central en las empresas, pese a la fuerte corriente en sentido contrario que hoy es encabezada desde lo más alto del gobierno de Estados Unidos. Aun así, un estudio de Accenture y Naciones Unidas con más de 2.600 ceos de 128 países reveló que 98% de los directores ejecutivos considera que su función es hacer que su empresa sea más sostenible. Y no se refieren únicamente a generar ganancias (tarea indispensable de cualquier empresa con fines de lucro), sino también a aumentar la financiación de investigación y desarrollo (I+D) para la innovación sostenible, mejorar la visibilidad de los impactos sociales en la cadena de valor y reducir las emisiones de gases con efecto invernadero.
“En 2050 el mundo tendrá 10.000 millones de personas que van a precisar 2,5 planetas para hacerse de fibra, energía, agua y alimentos. Como no tenemos 2,5 planetas Tierra, ahí entra la lógica de la sostenibilidad, para que reconozcamos esos límites planetarios y sociales y podamos crecer y desarrollarnos de una manera diferente de lo que hicimos hasta ahora”, planteó Sebastián Bigorito, director ejecutivo del Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible (CEADS).

Bigorito fue uno de los participantes del encuentro “El desafío de la sustentabilidad” del ciclo Visión 360° de Clarín, junto con Pablo Bereciartua, ministro de Infraestructura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires; Dalma Parisi, miembro de Pacto Global Argentina y Legales, Institucionales y Sustentabilidad de Siemens; María Constanza Ferrer, gerenta de Sustentabilidad de Telecom; Viviana Barila, gerenta de Asuntos Públicos y Sustentabilidad en MetroGAS y Carolina Dal Bó, gerenta de Sustentabilidad en Aeropuertos Argentina. El encuentro fue moderado por los periodistas Daniel Fernández Canedo y Carolina Amoroso.
El ciclo cuenta con el apoyo principal de DESA, Telecom y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, además del sponsoreo de Afarte y Pan American Energy. Esta charla fue auspiciada por Aeropuertos Argentina, MetroGAS y Edenor.
Para 10.000 millones
¿Cómo se adapta la producción para la demanda de dos planetas y medio? “Con mayor eficiencia, mayor reciclabilidad y circularidad en las materias primas y los productos. Con mayor gestión de riesgos, un incremento en la posibilidad de toma de decisiones de las empresas teniendo en cuenta las opiniones de todas las partes interesadas. De modo que la sostenibilidad es una forma de crecer y desarrollarnos para que podamos llegar al 2050, 10.000 millones de personas viviendo bien dentro de los límites planetarios”, agregó Bigorito.

Dalma Parisi, por su parte, señaló que la sustentabilidad va más allá de la cuestión ambiental y sostuvo que es una forma de encarar la vida social que excede las corrientes políticas a favor o en contra. “No hay que romantizar la sostenibilidad, sino entender cómo puede ayudar a la sociedad a mejorar, a que las empresas funcionen mejor y produzcan mejor, a que el transporte sea más eficiente. Todo eso tiene un costo y un valor intrínseco que impacta positivamente en la gente”, dijo. “Todos queremos vivir en una ciudad con aire limpio, con árboles, pero la sustentabilidad no es solo hablar de medio ambiente: también es hablar de equidad de género, de derechos humanos, de anticorrupción, es un concepto de 360 grados. Ya han pasado muchos años de articulación entre el sector privado y el sector público y entiendo que, por fuera de determinadas agendas, la sostenibilidad va a seguir siendo una estrategia a la que vamos a apostar”.

María Constanza Ferrer se expresó en mismo sentido. “En Telecom venimos desarrollando una agenda de sustentabilidad desde hace más de 15 años y creo que en momentos como este, con un cuestionamiento público significativo, es cuando hay que defender esa agenda más que nunca”, afirmó. “Hay reacciones disímiles frente a los cuestionamientos y muchas veces se opta por hablar bajito de la sustentabilidad para ser cauto. Nosotros creemos que más que nunca hay que hablar en voz alta de la sustentabilidad. Hay que defender el propósito de la misión que de nuestro lado”.
Por su parte Viviana Barila puso el acento, desde su rol en Metrogas, en plantear la agenda sustentable como una tarea que beneficia a la empresa y a la sociedad, con una integración concreta en lo cotidiano.

“Es muy importante trabajar en la construcción de alianzas de mediano y largo plazo en territorios donde aparecen necesidades que no son solamente las ambientales. Eso es fundamental. Es hablar, interactuar y conocer a los que conocen esos territorios y conocen esa demanda. Y las empresas tenemos que poder transmitir esa posibilidad de impactar positivamente desde una mirada estratégica del negocio”, planteó. Y con respecto a los “cuestionamientos globales” a la agenda de sustentabilidad, agregó: “Las empresas miramos cuánto de esas agendas contribuyen al negocio y no está mal pensarlo de esa manera. La idea es que sea un esquema de ganar-ganar y que de alguna manera vuelva a estar presente en el discurso y en la práctica”.
Movilidad y turismo
Pablo Bereciartúa contó que en las próximas semanas la Ciudad va a poner en marcha la primera línea 100% eléctrica de colectivos, con el nombre eBus. “Forma parte de una estrategia que llamamos el Plan Integrado de Movilidad, que es 100% eléctrica. Como otras ciudades del mundo, estamos moviéndonos al transporte eléctrico para disminuir las emisiones y a la vez para lograr una ciudad más silenciosa y más atractiva”, dijo. El eBus cubrirá el trayecto desde Retiro hasta San Telmo, en una primera etapa, y hasta La Boca en una segunda etapa.

Una nueva línea de subtes y otras dos de buses eléctricos complementan esa agenda. La Línea F unirá Barracas con Plaza Italia a través del centro de transbordo de Constitución y recorrerá las avenidas Entre Ríos y Callao. “Estamos avanzando con la licitación, que hace el Gobierno de la Ciudad, para este año y así comenzar ese proyecto en 2026”, dijo. Además, el Gobierno porteño pondrá en marcha otras dos líneas de buses eléctricos que unirán el sur con el norte de la Ciudad. “Lo llamamos tranbus, uno va a ir de Pompeya a Aeroparque pasando por Acoyte y Rivadavia. Y una segunda línea también irá desde Pompeya hasta Ciudad Universitaria, pero con un recorrido más hacia el oeste, pasando por Flores. Estos medios eléctricos silenciosos van a estar istrados en conjunto con el subte, con el mismo ticket, para que nos podamos mover de manera eléctrica más rápida, más silenciosa y más eficiente. Esa es una manera, creo yo, de bajar a tierra algunos de los objetivos que implica una agenda de sustentabilidad en una gran ciudad”, agregó Bereciartúa.

Carolina Dal Bó señaló que 90% del sector de turismo en la Argentina está sostenido por pymes y que desde Aeropuertos Argentina, junto con la Universidad Católica de Salta, desarrollaron un proyecto para “empoderar” a estos anfitriones. Otro proyecto, también en alianza con la Universidad de Salta, consiste en capacitar a emprendedores del turismo sostenible, ayudarlos a desarrollar su propia industria. “Entendemos que cuando le va bien a ese emprendedor, impacta directamente nuestro negocio. No es una cosa al azar. El turismo es parte esencial de nuestro negocio y sobre eso estamos trabajando”, dijo la ejecutiva.

Dal Bó señaló que otro eje que trabajan junto con gobiernos provinciales y municipales desde Aeropuertos está focalizado en las ciudades de destino del turismo. “Se buscar la forma de que sean prósperos pero que no se detonen, que no se destruyan. Estamos trabajando y estamos enfocándonos muchísimo para poder construir a un anfitrión que quiera recibir y a un turista que sea cuidadoso con el destino, que es el único que tenemos y al que tenemos que cuidar”.
Baño de realismo
Bigorito señaló que la política ambiental es la más impactada dentro de la agenda de sostenibilidad por el nuevo orden geopolítico que representa la segunda presidencia de Donald Trump. En ese sentido, dijo que la agenda de Cambio Climático de las Naciones Unidas “es una agenda con objetivos que hoy en día no serían realistas”.

Puso como ejemplo el caso de las energías renovables, que forman parte de lo que denominó un “trilema energético”, conformado por la sostenibilidad, el a la energía y el a energía segura y a precio accesible. “Antes del COVID, el vértice de ese trilema era la transición energética hacia energías más limpias. Hoy en día no es que deja de ser importante, pero está cubierto por otro tipo de prioridades y con un baño de realidad. Por eso es que ahora también el gas licuado de gas natural es considerado una energía de bajo impacto y no una energía de transición”.
Bigorito se refirió al reciente acuerdo de YPF con tres empresas de la India para exportarles gas licuado. “Nosotros podemos exportar gas licuado a India, que se basa en el carbón, con una ganancia desde el punto de vista climático energético de 20 veces. Ya no se habla de un concepto energético sustitutivo, necesitamos todos los tipos de energía porque el crecimiento de la demanda energética anual no es cubierto por ningún tipo de tecnología en especial. Las nuevas tecnologías, incluyendo la inteligencia artificial, se está calculando que para 2030 van a tener el consumo de prácticamente lo que es el 25% del consumo eléctrico en los Estados Unidos. En ese tono de demanda energética, la eficiencia energética puede cubrir muchísimo, pero necesitamos de todo tipo de energía. Eso es un baño de realidad”.
Sobre la firma
Newsletter Clarín
Recibí en tu email todas las noticias, coberturas, historias y análisis de la mano de nuestros periodistas especializados
QUIERO RECIBIRLO