Es el Inter de Milán de Lautaro Martínez, nunca mejor dicho. Con una actuación estelar del bahiense, tanto en el partido de ida como en la revancha disputada este miércoles en el estadio Giuseppe Meazza, el equipo italiano empató 2-2 ante Bayern Múnich, se impuso 4-3 en el global y llegó a su segunda semifinal de Champions League en los últimos tres años. Y el ex Racing es el único argentino en carrera por quedarse con el título de clubes más importante de Europa, porque su compañero Joaquín Correa forma parte del plantel pero no de la lista de buena fe elegida por el entrenador Simone Inzaghi.
Ya se había lucido la semana pasada al abrir el marcador en el Allianz Arena de Múnich con un gol de crack, de tres dedos y al techo del arco luego de una asistencia de taco de Marcus Thuram, su socio en el Nerazzurri. Esta vez no tuvo tanto peso ofensivo, dado que su equipo priorizó el orden defensivo y cuidar el 2-1 de la ida, pero fue igual de importante desde otro lugar.
La formación inicial mostraba a Martínez y Thuram como un doble ‘9’ en un 5-3-2, pero en la práctica el delantero de la Selección se paró en posición de enganche. Jugó a espaldas de Leon Goretzka y Joshua Kimmich, los dos volantes centrales rivales, y abrió juego para darle algo de aire a sus compañeros en un comienzo del partido en que el Bayern manejaba la pelota y se acercaba con peligro al arco de Yan Sommer, especialmente a partir del desequilibrio de Michael Olise.
Por momentos, Lautaro aparecía cerca del círculo central, lejos de su zona de mayor influencia. También fue a presionar en más de una oportunidad al arquero Jonas Urbig hasta adentro del área chica. Un despliegue irable para un '9' de su categoría. Y así es que a los 36 minutos del segundo tiempo, extenuado, tuvo que ser reemplazado. Ya había marcado un gol clave.
A los 13 minutos de la etapa final, poco después de que Harry Kane marcara el 1-0 que mandaba la serie al alargue y que Thomas Muller se perdiera una ocasión clara de anotar segundo, el Toro capturó un rebote tras un tiro de esquina, fusiló a Urbig y gritó con alma y vida el 1-1. Fue el número 150 en su actual club, que lo ubica en el sexto puesto de la tabla histórica detrás de Giuseppe Meazza (284), Alessandro Altobelli (209), Roberto Boninsegna (171), Sandro Mazzola (160) y Luigi Cevenini (158).
¡¡¡TORAZOOO!!! GOL DE LAUTARO MARTÍNEZ PARA EL 3-2 DE INTER EN LA SERIE.
— SportsCenter (@SC_ESPN) April 16, 2025
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De esta manera, el delantero argentino, uno de los más letales dentro del área en el mundo, llegó a 21 tantos en 43 partidos en la presente temporada con el Inter de Milán, que también es líder de la Serie A y el miércoles 23 de abril recibirá al Milan por las semifinales de la Coppa Italia tras el empate 1-1 de la ida, firme en el sueño de conseguir el triplete.
Además, escribe su nombre junto al de los grandes goleadores que tuvo el Neroazzurri en su historia. Llegó a ocho tantos en la actual edición de la Champions League, los mismos que convirtió Samuel Eto'o en la temporada 2010-11, y tiene únicamente por delante a otro argentino: Hernán Crespo, quien marcó en nueve ocasiones en la campaña 2002-03.
"Es nuestro capitán y nuestro referente", había dicho Pupi Zanetti, gloria del club y actual vicepresidente, en la previa del encuentro. Y Lautaro le respondió dentro de la cancha. Jugó para el equipo y convirtió un gol clave. Al salir a festejar, se paró sobre los carteles de publicidad, abrió los brazos como diciendo 'tranquilos, acá estoy yo' y detrás suyo se vio una bandera que la hinchada le dedicó. Además de goleador y figura, poco a poco va convirtiéndose en ídolo.

Ese gol revitalizó al Inter, que apenas tres minutos más tarde se puso 2-1: un tiro de esquina de Hakan Çalhanoglu, un especialista en pelota parada, lo encontró de Benjamin Pavard, que le ganó de arriba a Kim Min Jae y de cabeza convirtió un tanto que parecía liquidar la eliminatoria.
Después de un primer tiempo con pocas luces, en nueve minutos llegaron los tres goles y el que salió mejor parado fue el conjunto local. Sin embargo, la visita no se vino abajo, retomó el control del juego y pudo haber mandado el partido al alargue. Eric Dier, también de cabeza, descontó en la serie y tuvo el Bayern ocasiones de dejar todo igualada, aunque finalmente no lo iba a conseguir.
Con sufrimiento pasó el Inter, que enfrentará en la próxima instancia al Barcelona. "En Múnich hicimos un grandísimo partido, nos trajimos un grandísimo resultado y hoy terminamos la serie con personalidad, carácter y unos huevos terribles", resumió Lautaro, que quiere que esta sea su Champions.
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