Diego Schwartzman no vive un buen momento tenístico. Cerró 2022 con una racha negativa de seis derrotas consecutivas, arrancó el año con problemas físicos y un récord de 1-3 (ganó su único partido en el debut del Abierto de Australia) y el lunes pasado se fue del top 30 del ranking (está 32°) por primera vez en más de cinco años.
Las cosas no le están saliendo en la cancha. Pero aunque en los partidos se lo vea con el ceño fruncido, enojado y reprochándose muchas cosas, el Peque no pierde la sonrisa. Ni tampoco las ganas de seguir trabajando y buscando una solución, una manera para recuperar las buenas sensaciones. Aunque hoy no disfrute del tenis tanto como antes.
“Es algo obvio lo que voy a decir, pero cuando no ganás, es difícil disfrutar. Hoy cuesta un poco más el día a día, poner buena cara en la competencia o afuera, porque las cosas no van muy bien. Pero ahí está el gran desafío también. Lograr que eso me lleve a buscar soluciones y no a perder la alegría, la rutina ni las ganas de hacerlo mejor”, comentó en charla con Clarín, a poco de su debut en el Argentina Open, que será este jueves ante el español Bernabé Zapata.
Y agregó: “Estoy entrenando muy bien, pero la diferencia quizás es que no tengo la seguridad que tenía en momentos clave de los partidos, cuando estaba 4-4 o en un tie break. En esos momentos en los que robaba puntos y ganaba en situaciones incómodas. De ahí nacía mucha seguridad en mi juego. Creo también que mis rivales están leyendo mi realidad y mis errores y jugando mejor ante el Diego que estuvo en los últimos meses en competencia. Ahí es donde tengo que volver a hacerme fuerte”.

-¿Te cuesta convivir con las críticas que aparecen con las malas rachas, sobre todo en las redes sociales?
-Yo me enojo más conmigo que con los comentarios en las redes, porque vas entendiendo cómo funciona un poco eso. Aunque es cierto que sufro mucho cuando veo cuánto afectan esas cosas a la gente que me rodea, a mi familia. Pero aprendés a vivir con eso. Y la verdad, cuando era chico, ni yo ni nadie pensaba que iba a lograr todo lo que logré. Entonces, ¿qué puedo criticarme de mi carrera? ¿Ser el 32° del mundo">