En una definición por penales para el infarto, San Lorenzo eliminó a Argentinos y se metió en las semifinales del Torneo Apertura

Orlando Gill, el arquero paraguayo de 25 años, que no había atajado ninguno de los 17 penales que le habían pateado en su carrera, 9 en la Sportivo San Lorenzo, uno en la Sub 20 paraguayo y los 7 en La Paternal, logró detener por primera vez uno y clasificó a San Lorenzo a la semifinal del Torneo Apertura, que ahora espera por el ganador de River-Platense. Tras igualar 1-1 en el tiempo reglamentario, con tantos de los goleadores Tomás Molina y Andrés Vombergar, el Ciclón se impuso 8 a 7 en la tanda de penales.

Los mano a mano, más allá de las localías, son durísimos. Mucho más cuando las propuestas futbolísticas de los dos equipos son bien diferentes. Argentinos llegó a esta instancia con una propuesta ofensiva y con mucha dinámica colectiva. Así, ganó la zona A con 9 triunfos en 16 partidos y 24 goles a favor. San Lorenzo, en cambio, lo hizo gracias al orden defensivo, siempre prioritario en los equipos de Miguel Angel Russo, y paciencia para lastimar al rival.

De las dos propuestas, se impuso la del Ciclón: dos líneas de cuatro bien paradas, compactas, para así cortar el juego del local, que quedó atrapado en esa maraña de piernas visitantes dispuestas a interrumpir el juego constantemente. En la fricción, en la lucha, perdió juego Argentinos y sus jugadores, nerviosos, también lucharon más de lo que jugaron. Se puso tan caliente por momentos el partido que varias veces uno empujones entre los jugadores. Entre esos breves incidentes y acciones bruscas, el primer tiempo terminó con cuatro amonestados, dos por bando.

El equipo de Nicolás Diez, que tuvo más la pelota, que buscó romper el cerco defensivo del Ciclón, no tuvo ninguna acción clara de gol en el primer tiempo. En cambio, la visita generó la mejor chance en el final de la etapa, tras un centro de Cerruti desde la derecha, una peinada de Muniain, la pelota le quedó a Báez, quien apareció solo por izquierda, y el remate lo rechazó Fattori.

No cambiaron el libreto en la parte final. Argentinos se mostró un poco más paciente para romper el cerrojo del equipo de Russo y estuvo cerca dos veces en los primeros 20 minutos, las dos veces con el goleador Molina como protagonista, primero un remate débil y luego con un cabezazo, ambos controlados por Gill.

Pero mucho más paciente es San Lorenzo. Que encima tiene un jugador de nivel superior como el vasco Iker Muniain. Primero gambeteó del centro hacia la derecha, se la tocó a Ezequiel Herrera, que fue a buscar la devolución y le llegó con un toque exquisito, el lateral tiró un buen centro y Vombergar metió el cabezazo goleador, que llegó a los 9 tantos y además convirtió el gol 500 del Torneo Apertura.

La desesperación se adueñó de los jugadores de Argentinos, que pasaron del intento del juego criterioso a los centros a la olla, situación que les facilitaba el trabajo a los centrales visitantes y al arquero Gill, siempre seguro para descolgar de arriba y para no dar rebotes ante algún remate. El equipo de Miguel Russo se relamía y esperaba el pitazo final del árbitro Trejo, que agregó cinco minutos, para festejar la clasificación a semifinales.

El Bicho nunca se resignó y en la penúltima jugada, plagada de errores, centros y cabezazos, llegó el empate de Molina, de cabeza, ante un Gill sorprendido y estático. Ahora, el centrodelantero de Argentinos, es el único goleador del torneo con 10 tantos. Tello dio un minuto más e Ismael Sosa se perdió un gol increíble. Era el 2-1.

Pero hubo penales. Con una alta eficacia, mayor al juego que tuvieron en el tiempo reglamentario, y después de 14 penales convertidos en forma consecutiva, Orlando Gill se lo atajó a Maxi Romero y después remató la serie Gastón Hernández.

El cuadro del Torneo Apertura 2025

Argentinos vs San Lorenzo: minuto a minuto, en directo