¿Alguna vez escucharon hablar acerca de Marcelo Benítez">Una publicación compartida de Herlitzka & Co. (@herlitzka.co)
En la muestra se incluye un guiño a esos tiempos, no solo con el material de documentación sino con una pintura de Washington Cucurto que le rinde homenaje a la Malvadísima Trinidad de Eros, que Marcelo conformaba junto al amigo Néstor Perlongher y Eduardo Todesca, que bajo los seudónimos de Rosa Luxemburgo, Natalia Sedova y Eva, estaban a cargo del boletín Somos con una tirada muy reducida por tratarse de un medio clandestino. Con sus tapas dibujadas, impresión low cost y una estética aparentemente inocente, proporcionaron información valiosa y radical a la gente que llegaba a ella.
Es difícil determinar cuál es el gran legado de Marcelo Benítez, en especial ahora que podemos conectar con su mirada intelectual y estas obras profundas, atrevidas, que parecen producto de alguna vanguardia europea de entreguerra, repletas de colores anti-académicos, cercanos al deseo dioinsiíaco, a un Bosco deformado, donde hay cuerpos, culos y máscaras devoradoras sumidos en espacios inclasificables. En las obras de Marcelo hay sexo pero también hay oscuridad, temor y tristeza. Es por eso que si bien son perturbadoras y pueden devorarnos también son hermosas.