Lo vemos cada vez más temprano, ya desde el lunes se lo comienza a mencionar. Los miércoles (mediado de semana) o los jueves aparece más insidiosamente y cuando llega el viernes, porque de él hablamos, es una fiesta: aparecen personajes exóticos bailando, mascotas brincando junto a algún retocado ambiente alusivo y hasta algún político de turno que se dirige a una reunión de trabajo pero mientras viaja en la ruta va cantando alegremente: “es viernes y mi cuerpo lo sabe”, subiéndolo a las redes para ganar en popularidad. Todo sea por el final de la tortura y el inicio del descanso glorioso.
La grieta en la semana: obligaciones versus placer
Antes, hace no muchos años, se hablaba del síndrome del domingo, ¿recuerdan">