Redacción Clarín
Desde cansancio y sueño, pasando por aumento de peso o dificultad para adelgazar, caída de pelo y cambios en piel y uñas, falta de concentración, nerviosismo, insomnio y hasta pérdida del deseo sexual. Todos esos síntomas pueden ser manifestaciones de fallas en el funcionamiento de la glándula tiroides.
Es que la glándula tiroides es la directora de orquesta de muchos procesos metabólicos y de las hormonas vinculadas a ellos, por eso detectar los problemas que la afectan es fundamental para evitar que interfieran en la calidad de vida.