Con la elección de León XIV como nuevo pontífice, se abre un nuevo ciclo en el Vaticano. Nacido como Robert Francis Prevost Martínez el 14 de septiembre de 1955 en Estados Unidos y con ciudadanía peruana, el flamante Papa fue analizado por la numeróloga Marcela Matteucci, quien asegura que su carta numerológica “revela una personalidad profundamente espiritual, conciliadora y con un destino marcado por lo místico y lo universal”.
“Cuando sumamos su fecha de nacimiento completa, 14/9/1955 (14+9+1955= 5+9+2=16=7), obtenemos un sendero natal 7, que en numerología es uno de los números más espirituales”, explica Matteucci. “Está asociado planetariamente con Neptuno, que representa el espíritu, la perfección y la conexión con lo divino. Es el número de los buscadores, de los que necesitan comprender lo invisible y profundizar en el conocimiento elevado”, dice la numeróloga profesional y directora del Centro de Numerología y Astro Tarot de Buenos Aires (en Instagram, @cnatba).
Además, destaca que el día 14 no es un dato menor: “El 14 está vinculado al arcano ‘La Templanza’ del tarot y, astrológicamente, al signo de Sagitario, lo cual refuerza su vocación por los altos estudios, el conocimiento, la religión, la comunicación y lo internacional. Todo eso está reflejado en su historia: tiene un doctorado en derecho canónico, es profesor y domina varios idiomas”, subraya.
“Si vemos su mes natal también nos conecta con la energía universal, la sabiduría y madurez representada por el número 9”, advierte Matteucci.

Por último, la numeróloga dice que “el año 1955 conecta con la energía del número 20, símbolo de trascendencia, y llamado vocacional. Todos símbolos de una personalidad con cualidades conciliadoras, de profundas convicciones, universalista y con un mensaje para dar a la humanidad”.
El número 33 y la energía crística
Según Matteucci, otro dato revelador es el nombre elegido para su papado: León XIV. “Si hacemos la suma de las letras del nombre León (L=3, E=5, O=6, N=5), obtenemos 19. Si a eso le sumamos el número 14 del papado, da 33, un número maestro que representa la energía crística. Es la edad simbólica de Jesús, pero también el número de la entrega universal, del amor incondicional y del sacrificio por los demás”, sostiene.
Y no es casual: el mismo valor 33 aparece en su nombre de nacimiento, Robert (R=9, O=6, B=2, E=5, R=9, T=2). “Esto habla de una coherencia vibracional entre su identidad y su misión espiritual”, afirma.
El poder del 7 y un destino elevado
Pero el número que más se repite en su carta es el 7. “Su segundo nombre, Francis, suma 7. Su apellido paterno, Prevost, también. Y su apellido materno, Martínez, también tiene ese mismo valor. El 7 es su número dominante, el que lo define”, sentencia Matteucci.
“Es el número central de la carta del nuevo Papa, siendo su destino el de las búsquedas elevadas y el camino de perfección espiritual. Será un hombre de análisis, de conocimientos férreos, abierto al diálogo y a llevar su mensaje pastoral en búsqueda de mitigar temas bélicos o de injusticia social”, advierte.

Robert Prevost, su número del alma y su energía interna
Esta tendencia se refuerza con el número de su alma (5), que se obtiene al sumar las vocales de su nombre completo. “El 5 lo vuelve un comunicador, un mediador, alguien que necesita dialogar, moverse, llevar su mensaje. El 7 busca la verdad; el 5 la transmite”, señala la numeróloga.
Su energía interna -que surge de sumar su año personal en tránsito (22) más su edad actual (69=15=6)- nos da la energía 22+6=28/10, lo que según Marcela muestra que internamente se sintió y siente preparado para este nuevo inicio o liderazgo.
El desafío de la ausencia del número 8
Por último, su misión o nota fundamental, 9, muestra lo que vino a desarrollar: el servicio humanitario. “Lo único que deberá equilibrar el nuevo Papa es la falta del número 8, el cual no se encuentra en su carta. Esto lo invita al desafío de darse valor, sobre todo, con el manejo del poder, sabiendo el lugar que ocupa para no ser amedrentado por el poder material, confiando en su sabiduría, experiencia y fe”.

Su papado inició el día 8 de mayo del 2025, con la energía 22 (8+5+2025=9), vibrando su año personal (también 22), lo que según la numeróloga, “muestra un ciclo de cambios, de necesidad de conectar con la experiencia y la energía de la nueva época que comienza”.
“No es menor que el cambio del Papa surge en un año universal 9 (2025), indicando que algo debe finalizar para dar comienzo a la nuevo (9). Esto se asocia a la llegada del planeta Neptuno el día 30/3 de este año, al signo de Aries, iniciando un nuevo comienzo, en lo que refiere a temas espirituales. Ese será el gran desafío del nuevo Papa”.
Asesoró Marcela Paola Matteucci, numeróloga profesional y directora del Centro de Numerología y Astro Tarot de Buenos Aires (C.N.A.TB.A.). En Instagram, @cnatba.
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