La entrada de una casa es mucho más que un lugar de paso. Según el Feng Shui, esta zona clave tiene un rol central en el flujo del Qi (energía vital) y puede actuar como escudo ante la negatividad o como portal para atraer oportunidades. “El sector de ingreso funciona como la boca de egreso e ingreso del Qi”, explica Patricia Traversa, experta en Feng Shui. “Simboliza nuestra actitud ante el presente y nuestro modo de salir al mundo”.
Por eso, mantenerla en buen estado y con energía alta es mucho más importante de lo que parece. Patricia -que el año 2000 dirige el Centro Oficial de Feng Shui Profesional- dice que “las casas sostienen día a día sus propias afirmaciones”, es decir, emiten energía a partir de las emociones y creencias de quienes las habitan. Y la puerta principal es la carta de presentación ante el universo.
Cómo activar la puerta de tu casa según el Feng Shui
La primera clave es la imagen general. “La puerta debe sentirse sólida, en buen estado de pintura y funcionamiento. Cerraduras, picaportes y bisagras no pueden estar rotos ni oxidados”, detalla Traversa.
También hay que prestar atención a los detalles: “El timbre y la numeración simbolizan aquello que permite a las oportunidades encontrarnos. Si no funcionan bien, estamos cerrando el camino a los mejores futuros posibles”.

La iluminación también es crucial. “La luz en el sector de entrada activa el Qi, lo levanta y fortalece. No se debe acumular por horas la oscuridad porque esto deprime el área y la vuelve vulnerable a energías negativas externas”, advierte la especialista. Y suma un tip simple y efectivo: “Poner plantas sanas en el a la casa es muy beneficioso. Indican vida, crecimiento, salud y aportan calidez”.

Para levantar aún más la vibración, recomienda incluir móviles o sonidos armónicos: “Una fuente de agua en funcionamiento, carrillones de metal o bambú pueden aportar una dosis de energía fresca y positiva durante el día”.

Limpiar el , limpiar el ánimo
La limpieza física es también limpieza energética. Traversa sugiere no usar el hall o zaguán como depósito de trastos, ya que esto “bloquea el flujo del Qi y nos indica trabas para estar plenamente en el mundo”.
Y propone un ritual de limpieza energética con ingredientes accesibles: “Trapear una vez por semana con una solución de agua y vinagre blanco, a la que podemos añadir jugo de limón o aceite esencial de cítricos o menta. Esto genera una atmósfera fresca y positiva, contagiosa”.

Incluso va más allá y reivindica un hábito casi olvidado: “Soy defensora de recuperar el ritual de baldear la vereda. Un gesto bien de barrio que se fue delegando en los encargados de edificios o directamente se ha perdido. Sugiero hacerlo con intención consciente de quitar las malas vibras del ingreso”. Para eso, propone usar una mezcla de agua tibia, sal gruesa y limón, seguida de un enjuague con agua y vinagre.
Objetos protectores que atraen Sheng Qi
Además de la limpieza y el orden, el Feng Shui incorpora símbolos y objetos para activar el Sheng Qi (energía positiva). Traversa recomienda colocar un felpudo con forma circular y una palabra amable o motivadora, cuadros alegres, lámparas de pared para pasillos oscuros, y, si hay lugar, “leones guardianes o perros Fu a los costados de la puerta, junto con un espejo Pakua cóncavo en el centro del marco superior externo”. Todos ellos son protectores tradicionales chinos contra energías hostiles.

También “podés usar un símbolo que represente protección para vos: una geometría sagrada, una frase inspiradora como ‘aquí se vive en armonía’ o incluso el Sutra del Corazón en formato decorativo”, dice Traversa. La clave está en que todo mantenga armonía y no se sobrecargue.
El sonido también es aliado. “Los carrillones o campanillas pueden añadir una vibración sonora que armonice el área de , siempre que suenen agradablemente”, aclara.

Otra sugerencia sencilla: si tu puerta chirría o se golpea con frecuencia, solucioná ese problema. “Eso emite un Qi distorsionado”, señala. Y si entra luz solar, podés colgar cristales facetados que “irradian el espectro del arcoíris al recibir los rayos, provocando un efecto muy bonito y benéfico”.
¿La fortuna toca la puerta?
Según una antigua leyenda china, si la puerta de una casa está descuidada, los dioses de la fortuna y la buena suerte pasan de largo. “El frente de una casa y su puerta son la cara que se muestra al exterior, constituyen la primera impresión que se llevan los demás y reflejan también nuestra actitud frente a la vida”, concluye Traversa.

En Feng Shui, no se trata sólo de los interiores: “Es fundamental revisar el Qi circundante”. Porque cuando la energía fluye desde el umbral, también lo hacen las oportunidades.
Asesoró Patricia Traversa, directora del Centro Oficial de Feng Shui Profesional y autora de varios libros, como El poder oculto de tu casa (Urano). En Instagram, @patriciatraversafengshui.
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